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El concejal Jorge Boasso (Bloque Radical) dice que ingresó tarde a la política, en sus años de estudiante universitario. Por tal motivo, unir militancia juvenil con vacaciones, quizás una de las características que emergieron entre los políticos que fueron entrevistados anteriormente por Rosario/12 no figuró entre los recuerdos de sus días de descanso. "Siempre fueron vacaciones con amigos, del deporte, del rugby, de la vida, y con la familia", apunta. "Mis vacaciones no eran en campamentos donde iban políticos, que para mí es una militancia relativa", agrega para subrayar la diferencia. "Uno trata que sean vacaciones y que sirvan como tales", refuerza, aunque remarca que en los últimos años, cuando se toma unos días de descanso no puede desenchufarse. "La conectividad, las redes sociales, la aparición de internet me atrapó. Ahora, cuando me voy de vacaciones estoy permanentemente informado y enganchado con lo que está pasando". En sus dos últimos años como concejal, luego de ocupar una banca durante 22 años consecutivos, Boasso afirma que va a trabajar fuertemente para constituir en el Concejo el bloque Cambiemos: "Es la sugerencia que les hice a los integrantes del bloque del PRO".

"Cuando era chico iba mucho a Río Ceballos, tengo muy lindos recuerdos, parábamos en una casa que era de la madre de la ahijada de mi mamá. También fuimos a Mar del Plata. Mi padre murió cuando yo tenía 14 años, así que después comencé a salir de vacaciones con mis amigos. Ahí aparecieron los lugares de la Costa, Villa Gesell, una me acuerdo que fue en carpa", recuerda el edil radical, antes de almorzar en un bar ubicado en la esquina de Maipú y Córdoba, lugar que eligió para la entrevista.

El concejal apunta que en esos años, la política y la militancia juvenil no figuraban en sus planes. "La política despertó en mí a partir de los 20 años, fundamentalmente cuando empiezo la universidad", señala Boasso, que a diferencia de otros políticos entrevistados, no participó de campamentos donde la militancia y el esparcimiento podían coincidir: "Acepto y respeto a los que lo hacen, pero me parece que es porque tienen más ganas de estar con esos amigos; en realidad, esos campamentos con militantes, son vacaciones".

Tampoco recuerda que haya tenido que cortar alguna vacación porque el deber político llamaba. "Una vez tuve que volver, pero por un hecho que me marcó, la muerte de un primo muy querido, Carlos Boasso, que tuvo un aneurisma jugando al fútbol en el gimnasio de Universitario. Intentaron revivirlo, en aquel momento también estaba jugando el "Canchi" Sylvestre Begnis, muy querido por mí, por él empecé a trabajar en el Pami a los 19 años. Fueron las vacaciones más tristes de mi vida", reveló.

Fanático de las nuevas tecnologías, Boasso comenta que ahora ya no logra desconectarse, ni siquiera en vacaciones. Esto, subraya, le trae aparejado algunos reproches por parte de su familia: "Me retan permanentemente porque no puedo dejar de estar informado. Para darte un ejemplo; en este enero, mi equipo produjo mayor cantidad de proyectos que en meses laborales completos".

Aprovecha sus días de descanso para leer. "Hubo veranos donde mi lectura predominante fueron libros de novelas históricas y filosóficas, y otros años predominaron las lecturas políticas". También dice que escucha bastante música, para retomar su interés por la tecnología. "Spotify me volvió loco, hago unas mezclas terribles. Me compré un parlantito inalámbrico, lo conecto al teléfono y escucho mi música, que es bien amplia, desde Abel Pintos hasta los clásicos como Pink Floyd", ennumera, para después comentar que a fines del año pasado fue a ver a David Gilmour en San Isidro. En los momentos de ocio, agrega, mira películas y está abonado a Netflix para ver varias series que lo engancharon, como "House of Cards", por la que espera su cuarta temporada.

El nuevo Concejo

Después de tantos años ocupando una banca, Boasso asegura que puede escribir un libro del Concejo Municipal. "Estuve en la época de Evaristo (Monti), Marta Rubeo, donde hubo dos concejales que se cagaron a trompadas en el recinto. Y pasé renovaciones, vinieron jóvenes, y así como vinieron desaparecieron. Fui uno de los detractores del Concejo en los primeros años de la democracia. Pero después se fue depurando y fue mejorando. Soy un firme defensor de los Concejos de los últimos años, son un ejemplo si los comparamos con las cámaras de diputados y senadores. Para saber si el que tenemos ahora va a ser mejor, habrá que demostrarlo", considera.

Más allá de haber sido uno de los primeros en presentarse como candidato de la alianza Cambiemos en la provincia, acompañando la candidatura a gobernador de Miguel del Sel; en el legislativo local, Boasso siempre se manejó con total independencia. "Lo voy a seguir haciendo", asegura, aunque remarca que él es "radical en Cambiemos, por eso les sugerí a los integrantes del bloque del PRO de Rosario, y voy a seguir insistiendo, que debemos constituir el bloque Cambiemos, dejando las puertas abiertas para que ingresen Daniela León y Martín Rosúa", apunta el edil, aunque no piensa lo mismo de sus ex compañeros de bloque, María Eugenia Schmuck y Sebastián Chale: "Buscaron un camino, para mí, equivocado. No se puede ser un día un duro opositor y al otro ser amigo".

De todos modos, Boasso dice que la idea de ir por un bloque conformado por los ediles del PRO y la UCR "no implica que también trate de consensuar proyectos con otros actores del Concejo con los cuales tengo buena relación".

Crítico de la administración socialista, Boasso les achaca toda la responsabilidad sobre la seguridad de los taxis: "Nunca fueron a fondo con la convicción de que es un servicio público y que las condiciones de seguridad hay que imponerlas, al que le guste bien. Si nos tienen que putear todo los taxis por la mampara anti impacto, que lo hagan, pero defiendo la vida del que conduce".