Lun 08.02.2016
rosario

CIUDAD › MACRI FALTó POR "CUESTIONES DE SEGURIDAD" AL ACTO POR LA BATALLA DE SAN LORENZO.

El presidente que no quiso mojarse

"Venimos hoy, llueva o truene", dijo el intendente Leonardo Raimundo en el acto que debió hacerse bajo techo. Lifschitz habló de ñoquis en el estado y recibió un abucheo de un grupo de asistentes. "Siempre hay que poner la cara", afirmó.

› Por Martín Stoianovich

Desde San Lorenzo.

Hasta entrada la tarde del domingo eran grandes las expectativas para la realización del acto conmemorativo del 203º aniversario del Combate de San Lorenzo. Se esperaba la llegada del presidente de la Nación, Mauricio Macri, para encabezar la ceremonia que iba a realizarse en el Campo de la Gloria. Pero Febo se escondió temprano. Pasadas las cinco de la tarde el diluvio arruinó los planes y el acto debió llevarse a cabo en el salón de una escuela de las inmediaciones. El presidente, que había confirmado su presencia, llegó hasta el aeropuerto de Rosario y pegó la vuelta a la estancia de Córdoba en la que pasa con su familia el fin de semana largo. En el acto había manifestantes que lo esperaban para increparlo por la represión de Gendarmería en el Bajo Flores y los despidos en Cultura, con carteles "Macri=Hambre". Voceros oficiales explicaron que no estaban dadas las condiciones de seguridad para la llegada del mandatario a la ciudad de San Lorenzo. Entonces, el acto fue encabezado por Raimundo y Lifschitz, mientras en el público exhibió banderas y pancartas con duras críticas a Macri. Lifschitz sufrió abucheos, habló de los "ñoquis en el Estado" pero también dijo que "no hay proyecto de país si no están incluidos los trabajadores". Por su parte, Raimundo manifestó su malestar por la ausencia presidencial: "Venimos hoy, llueve o truene".

La lluvia, pronosticada pero sorpresiva, arruinó los planes de realizar la actividad al aire libre, por lo cual la ceremonia se mudó a un salón de la escuela Santa Rosa, ubicada a metros del Campo de la Gloria. El público empapado se apuró a ingresar al salón que nunca alcanzó a estar colmado. Algunas banderas argentinas decoraban la estampa de una tarde que ya se había tornado gris. Cerca de las 19, cuando la ausencia de Mauricio Macri estaba confirmada, se dio comienzo al acto con la presentación de los funcionarios que sí pudieron llegar.

"Venimos hoy, llueva o truene, a rendir homenaje a los 125 héroes que una madrugada de febrero estuvieron dispuestos a derramar su sangre en el Campo de la Gloria", dijo Leonardo Raimundo para abrir su discurso, en lo que se puede leer como una tibia indirecta a la sorpresiva ausencia de Macri. Luego su mensaje varió entre un sentido homenaje a los combatientes del ejército de San Martín y un paralelismo con los tiempos actuales. "Además de la lucha independentista, el gran legado de San Martín es la invocación a la unidad nacional, y nuestra generación tiene el mandato categórico de construir, sobre la base de la tolerancia y el respeto, la unión de los argentinos", expresó sobre el final.

Lifschitz, por su parte, habló un minuto y fue interrumpido. Apenas pudo lamentar la ausencia de Macri por las condiciones climáticas cuando un contundente grupo de personas apostadas en la mitad del salón se hizo escuchar. Al grito de "Macri se cagó", desplegaron pancartas con distintas demandas. "No al cierre de las orquestas infanto juveniles"; "Macri = Hambre", junto a un cartel que mostraba la foto del niño murguero reprimido a balazos de gomas hace unos días en la villa 1-11-14 de la ciudad de Buenos Aires, y una bandera Wiphala que flameaba. El gobernador pidió silencio y continuó con su discurso. Los manifestantes contra Macri se retiraron del lugar mientras el mandatario hablaba.

El Gobernador quería su ovación y la tuvo cuando adecuó su discurso al mensaje macrista. Habló de ñoquis en el Estado y se llevó la aceptación de quienes se habían acercado a ver al presidente ausente. "Tenemos que mejorar el Estado. Necesitamos un Estado más eficiente, sin ñoquis", expresó. Luego, ante los medios de comunicación intentó retroceder en la utilización de un término por estos tiempos identificados con el oficialismo nacional. "Siempre hay gente que no labura o no cumple con su tarea. Las acciones espasmódicas tienen efecto pero no son soluciones a largo plazo. Hay que hacer una tarea permanente de trabajo con las organizaciones gremiales y al interior de la política. A veces están en la política y a veces en las estructuras del Estado", manifestó cuando un cronista de la televisión le preguntó si en su gobierno hay ñoquis.

También durante su discurso hubo un mensaje explícito a la presidencia de la Nación. "Desde la provincia de Santa Fe le pedimos al gobierno nacional que aliente a los pequeños y medianos productores del campo, que generen políticas que los apoye y los promueva. Le pedimos también un plan para la industria, porque es fundamental para generar empleo y mejores salarios", sostuvo Lifschitz. "Terminar con la pobreza en Argentina no es sólo una expresión de deseo, debe ser una voluntad de todos los días, con políticas que apuntes a la inclusión y la igualdad", manifestó a la vez que adelantó que en las próximas semanas el gobierno provincial pondrá en marcha en la localidad de Las Parejas el plan industrial de la provincia. "Vamos a hacer una gran inversión de fondos públicos para alentar a pequeños y medianos empresarios y productores", explicó en este sentido.

También hubo críticas al aire, sin destinatarios claros. "Siempre hay que poner la cara, y estar en el lugar donde se necesita al gobierno, hablar con la verdad, sin demagogia y sin hipocresía. No es bueno que digamos cosas distintas de lo que decíamos ayer o vamos a decir mañana", dijo luego de explicar que las soluciones de su gestión están planteadas a largo plazo, y que necesita de la racionalidad de la sociedad para poder trabajar. Luego criticó los "aumentos de precios de manera absurda" y consideró que "no hay proyecto de país si no están incluidos los trabajadores".

Sobre el final de la jornada, cuando ya se había entonado la histórica marcha de San Lorenzo y el salón estaba despejado, ante los medios de comunicación Lifschitz volvió a referirse a la ausencia de Macri. Explicó que no son reclamos los que pensaba plantear, sino temas "conversados y acordados". "Son los temas en los que Santa Fe necesita apoyo, como las grandes infraestructuras. Las otras cosas las podemos hacer solos", apuntó.

Junto a Raimundo y Lifschitz estuvieron Hermes Binner, Antonio Bonfatti, el ministro de Defensa de la Nación, Julio Martínez, los jefes de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aerea, además de otros referentes locales y provinciales.

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