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El fiscal regional Jorge Baclini dio el visto bueno a un acuerdo abreviado para uno de los policías acusados por tentativa de homicidio de Jonatan Herrera, el joven que lavaba su auto cuando fue asesinado por personal de la Policía de Acción Táctica (PAT). Se trata de un cuarto imputado que busca no llegar a juicio oral junto con el sindicado autor de uno de los disparos mortales y otros dos supuestos tiradores. Contra ese acuerdo, hoy la querella que representa a María Elena, la madre de la víctima, presentará un pedido de nulidad.

El acuerdo para que Alejandro G. sea condenado a tres años de prisión por el delito de abuso de arma fue presentado ayer al juez Gonzalo López Quintana, con anuencia de la querella que representa a la madre del bebé de Jonatan, de los defensores y el fiscal Adrián Spelta. También fue autorizado por Baclini. Sin embargo, María Elena sostiene su negativa, y hoy interpondrá un recurso de nulidad para que sea rechazado por el magistrado.

En la causa están imputados Ramiro Rosales, como el autor de uno de los disparos mortales, quien tiene pedido de prisión perpetua; mientras que a los otros tres implicados se los acusó de tentativa de homicidio, ya que todos dispararon sus armas. Semanas atrás, Spelta pidió 12 años de prisión para dos de ellos; pero para la Fiscalía la situación de G. es distinta, y en su caso sí pretende cerrar un acuerdo, y no llevar al agente a juicio oral.

Lo que nunca se pudo constatar es de qué arma partió la bala que dio en el cráneo del joven. Ante esa duda, la familia sostiene que "pudo ser cualquiera de los tres".