Larga, muy larga fue la marcha por el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras en Rosario: cuatro cuadras de manifestantes salieron desde Córdoba y Moreno. Y también fue la única marcha unificada en el país, en una tarea de orfebrería que hicieron las organizadoras para consensuar un documento que leyeron en la explanada del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. Había mujeres de todas las edades y estaturas, pero también hombres, muchísimos más que en otros años. "Macri, despedime ésta", decía la pancarta de mano de una manifestante. Durante todo el acto estuvo desplegado un cartel enorme que decía: "Libertad a Milagro Salas". Cada cual con su consigna, lo espontáneo trajo la creatividad: un par de mujeres sostenían envases de productos de limpieza con los rótulos: "Mata violento" y "Limpia creencias", y cinco chicas en ropa interior y medias de nylon recitaban fragmentos de poesía. Eran integrantes del grupo de Poesía Corporal de Graciela Casanova. Al comienzo, el grito "Ni una menos" unificó el acto, como también lo hizo, al final, la lectura de los nombres de las víctimas de femicidios y el grito: "Presentes, ahora y siempre".

"Ni una muerte indiferente", llevaban algunas inscripto sobre sus remeras negras. Salir a la calle para tejer nuevos sentidos colectivos es la marca distintiva de un movimiento que este año tendrá en Rosario su expresión más multitudinaria: el Encuentro Nacional de Mujeres. Todo eso se respiraba en la calle ayer, mientras cada agrupación cantaba sus consignas: "Vamos a luchar, vamos a luchar, por el aborto legal", era una de las que se repetían por las columnas, y como siempre los pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito coloreaban distintos sectores.

La lista de organizaciones y dirigencia política convocante también fue larga. Diputados y diputadas provinciales, concejalas y concejales, dirigentes de izquierda y kirchneristas estuvieron en la movilización. La feminización de la pobreza, el alerta por las consecuencias del ajuste económico en la vida de las mujeres, la denuncia del "sistema capitalista, machista y heteropatriarcal", tiñieron la primera parte del documento, que denunció el "brutal hachazo" a los salarios que significaron las políticas económicas de Mauricio Macri. Que sostengan el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, que aún no tiene coordinación, o la extensión y equiparación de licencias por nacimiento y los jardines parentales para permitir que las mujeres puedan salir a trabajar fueron algunos de los reclamos recogidos en el polifónico documento.

"Igual salario por igual tarea", fue otra una consigna que se levantó, al tiempo que las organizadoras alertaron: "Las mujeres duplicamos la tasa de desocupación". Además de subrayar que el gabinete provincial tiene "sólo dos mujeres entre 14 integrantes", recordaron que "se ha militarizado la ciudad". Por eso, mencionaron a los jóvenes Franco Casco y Pichón Escobar, víctimas de desaparición forzada de personas con participación de las fuerzas de seguridad. "Son las madres, hermanas y compañeras de estos pibes las que salen a pelear por justicia y combatir la dura realidad de adicción de los jóvenes".

Estuvieron a flor de piel los asesinatos de María Menegazzo y María José Coni, las dos jóvenes mochileras que viajaban por Ecuador. El documento recordó que "cada 26 horas una de nosotras es asesinada". Por eso, recordaron que la movilización "Ni una menos" del 3 de junio pasado fue la "expresión de una pelea" que "seguirá siendo la consigna de miles". A la marcha llegó el saludo de los familiares de Chiara Páez, la chica de 14 años asesinada en mayo pasado en Rufino, cuyo crimen fue "la gota que colmó el vaso" para lanzar la masiva protesta.

En la calle, allí donde se urden los acuerdos y las diferencias, las integrantes del movimiento de mujeres se hicieron ver y oír, plantearon una lista -casi- interminable de deudas del Estado con las mujeres -como la "efectiva implementación de la ley 2648"- y se dieron el lujo de terminar con fiesta: la murga Modestia Aparte puso su arte para revelar todos los estereotipos que atentan contra una vida igualitaria. La plaza Montenegro estaba repleta y la ovación fue un broche de oro.