La situación judicial de Diego "Panadero" Ochoa, ex líder de la hinchada de Newell's Old Boys, se agravó ayer cuando la Cámara Penal lo volvió a poner bajo la lupa como presunto instigador del crimen de Maximiliano "Quemadito" Rodríguez. La jueza Carina Lurati revocó el sobreseimiento del imputado por ese delito y por el intento fallido ocurrido una semana antes, causa en la que también aparece como autor intelectual. Al mismo tiempo, confirmó la desvinculación del acusado en una causa que tenía como víctima a Matías Pera, otro miembro de la barra con quien se disputaba el poder en el paravalancha. Ahora las causas que tienen a Rodríguez como víctima volverán a primera instancia, donde podría dictarse nuevo procesamiento. El "Panadero" ya fue enviado a juicio como autor intelectual del asesinato de su antecesor en la jefatura de la hinchada leprosa, Roberto "Pimpi" Caminos; y con el fallo de ayer, suma otros dos delitos por los que podría ir a juicio.

El apodado Panadero está preso hace más de dos años y medio, cuando el juez Javier Beltramone encontró elementos de sospecha en su contra. En aquel momento, le achacaron cuatro imputaciones: la instigación del asesinato de "Pimpi", del 19 de marzo de 2010, en la puerta del bar que funcionaba en Servando Bayo al 1400, causa en la que los autores materiales René Ungaro, Carlos "Betito" Godoy y Emanuel Suárez, tienen condena firme. También pesaba en su contra el intento de dar muerte a Pera y al Quemadito, personajes de la barra que lo humillaron en septiembre de 2010 cuando lo bajaron del paravalanchas a trompadas y lo echaron del Coloso del Parque semidesnudo; y la instigación del crimen de este último, por lo que está nuevamente en la mira de la Justicia.

Según dijo la fiscal María Eugenia Iribarren en la audiencia de diciembre pasado, cuando pidió la revocatoria de los sobreseimientos, hay escuchas telefónicas que dan cuenta de que la idea del Quemadito era quedarse con la jefatura de la barra. Para la Fiscalia, ese hecho actuó como "detonante" en el accionar que le adjudican a Ochoa.

El crimen del Quemadito -hijo del principal acusado por el triple crimen de Villa Moreno, Sergio "el Quemado" Rodríguez- se cometió el martes 5

de febrero de 2013, a las 18.30, en la transitada esquina de Pellegrini y Corrientes, sin mediar palabras. Aquel día, Rodríguez -que hacía dos meses había salido de la cárcel por intentar matar a un joven de villa Moreno, en lo que fue la antesala del triple homicidio del 1º de enero de 2012- caminaba junto a su novia Sofía Laffatigue cuando una bala 9 milímetros le dio directo en el cráneo. Los autores subieron a una moto y huyeron del lugar.

En la causa hay cuatro personas que irán a juicio: Héctor David Rodríguez, como presunto autor del disparo; Sergio Federico Acosta, Walter Acosta y Jesús Romano, como partícipes. Ochoa aparece como instigador. "Lo raro es que a ninguno de los cuatro que están en juicio se los acusó de haber cometido el hecho bajo promesa remunerativa, cuando ahora dicen que Ochoa es instigador", se quejó el abogado del imputado, Ignacio Carbone.

En octubre de 2013, Beltramone procesó al Panadero por los cuatro hechos: dos instigaciones en tentativas de homicidio contra Pera y Rodríguez; más la autoría intelectual en los crímenes de Rodríguez y Caminos.

Enseguida, la defensa apeló esa decisión y en diciembre de 2014 los camaristas Daniel Acosta, Adolfo Prunotto y Otto Crippa revocaron tres de los procesamientos. Solo quedó acusado por autoría intelectual del homicidio de "Pimpi".

Sin embargo, en 2015, el fiscal Luis Schiappa Pietra solicitó nuevas medidas; pero la defensa de Ochoa pidió el sobreseimiento y el juez Juan Andrés Donnola lo dictó al entender que "la prueba producida luego de la resolución de Cámara no modificó la situación procesal del acusado".

Ante ello, la fiscalía apeló. A fines del año pasado, Iribarren pidió que se dicte procesamiento por los tres hechos en los que se desvinculó a Ochoa. En aquella oportunidad habló de una "disputa" en la barra "no solo por fanatismo deportivo, sino también por poder, negocios y un contexto profundo".

Ante esa apelación, ayer Lurati consideró que "la prueba reunida, relacionada con las comunicaciones telefónicas colocaban a Ochoa en un rol de poder para tomar decisiones y para lograr de otros -fueran jugadores, dirigentes o miembros de la barra- lo que pretendiera". En ese sentido, se basó en elementos que dan cuenta de la relación del imputado con los acusados autores materiales, y las comunicaciones que mantenían, pese a que Ochoa las negó.

Por su parte, Carbone se quejó de la existencia de "datos incongruentes" y habló de un fallo "desprolijo", que habilita a la presentación de un recurso de inconstitucionalidad. Además, indicó que el juicio contra los autores materiales del hecho ya está iniciado en el sistema escrito, pero insistió con que no se los acusó de haber cumplido órdenes.

Sobreseído

El 21 de noviembre de 2010, en Isola al 100 bis, Matías Pera recibió al menos cinco balazos, tras participar junto con el Quemadito del intento por desplazar a Ochoa de la hinchada. Este es el único hecho en el que la jueza Carina Lurati consideró que no hay elementos para acusar al imputado. "Esta clara la motivación que pudiera haber tenido Ochoa; pero ninguna prueba existe de ello", señaló.