Lunes, 28 de marzo de 2016 | Hoy
CIUDAD › A DOS AñOS DEL LINCHAMIENTO DE DAVID MOREIRA EN BARRIO AZCUéNAGA, LLEGA EL JUICIO.
El fiscal y la familia del joven asesinado esperan un peritaje que determinará si los dos acusados -que hasta ahora están libres- serán enjuiciados por homicidio simple o en riña. La diferencia es determinante: un delito es penado con 25 años, el otro, con 6.
Por Lorena Panzerini
A dos años del brutal crimen de David Moreira, el joven que fue linchado en barrio Azcuénaga tras un hecho de robo, la Justicia espera una pericia clave para llevar a los únicos dos acusados a juicio. Se trata de la prueba antropométrica, que consiste en medir varias partes del cuerpo y analizar si las mismas coinciden con las de las personas filmadas en el video casero que registró la feroz golpiza del joven de 18 años. Tras ello, el fiscal Florentino Malaponte y la querella, representada por el abogado Norberto Olivares, se reunirán con el fiscal regional Jorge Baclini, para que éste decida si los imputados serán acusados de homicidio simple -como reclama la familia- u homicidio en riña -planteado por el fiscal-, lo que mermaría la pena de 25 años a un máximo de seis. Si bien no hay certezas, extraoficialmente trascendió la posibilidad de que si se establece que sean juzgados por homicidio en riña -no se puede determinar quién le dio el golpe mortal- se analice la realización de un juicio abreviado. Lorena Torres, la madre de David, se negará rotundamente. Los acusados siguen libres, aunque ligados al proceso.
La demora de una pericia clave en la causa se debe a que el perito de la Policía Federal que estaba a punto de enviar el informe fue convocado para pruebas similares en el expediente que investiga la muerte de las dos muchachas argentinas en Ecuador. Sin embargo, la promesa que llegó al abogado Olivares es que en dos semanas estarían los resultados. "Nos dicen que se retrasó porque la persona encargada, que tiene muy buena referencia, tuvo que viajar a Ecuador, lo que demoró aún más el trabajo -que lleva más de un año-. Cuando ese informe llegue, vamos a la reunión con Baclini en la que nos vamos a oponer a la calificación de homicidio en riña, porque eso podría derivar en un abreviado, y nosotros nos negamos a ello. La mamá de David -que vive en Uruguay con sus otros hijos-- me dijo claramente, en diciembre, que no iban a aceptar este tipo de juicio".
Hace un año, cuando la Justicia dejó en libertad a los dos imputados, luego de que el fiscal atenuara la calificación penal a homicidio en riña, las partes resolvieron "reforzar pruebas" para que luego de éstas Baclini resuelva qué figura penal se le endilgará a Nahuel P. y Gerardo G.. En ese marco se solicitó la medida en curso.
En su momento, el letrado de la familia Moreira consideró que "no hubo nada nuevo en la causa que habilite cambiar la carátula"; incluso, habló de "estancamiento" en la investigación. Y planteó que en ese punto había una suerte de "impunidad a medias", ya que la pena en expectativa por el delito que la Fiscalía pretende acusar va de los 2 a los 6 años de prisión. Para la familia resulta irrisorio. En ese sentido, criticó que cuando los acusados fueron imputados, el fiscal habló de homicidio agravado; y "no hubo elementos ni circunstancias para cambiar esa acusación".
En la causa iba a realizarse también un peritaje de voz sobre la madre de uno de los imputados, pero ésta se negó a colaborar para cotejar la suya con una conversación telefónica intervenida, en la que -supuestamente- la mujer expresó: "Nahuel pegó; pero pegó poco". También hay pruebas en las redes sociales, donde varios vecinos se expresan a favor del hecho con frases despectivas. Al saber de ellas, la madre de David fue clara: "Si mi hijo robó, debería estar preso, no muerto".
Aquél día salvaje
La tarde del 22 de marzo de 2014, David e Isaías Ducca --condenado en juicio abreviado por el robo-- fueron acusados de asaltar a una mujer que caminaba con su hija en brazos, por Marcos Paz al 5400. En la huida, David fue interceptado por un grupo de personas que lo atacó a golpes hasta dejarlo semiinconsciente, tirado en el asfalto. La investigación dio cuenta de que la víctima fue arrastrada unos 50 metros y en ese trayecto le golpearon la cabeza con la puerta de un auto. El fiscal sostuvo que el ataque duró unos 15 minutos. David murió tres días después por los traumatismos provocados.
Parte del aberrante episodio quedó registrado en un video que muestra lo que sería la secuencia final: David ya está tirado en el piso, sin ofrecer resistencia, ni siquiera se ataja, y le pegan en la cabeza, se la patean. En su momento, Olivares dijo: "Podemos demostrar que antes y después hay elementos de clima cultural, porque había pasado lo mismo días antes, con dos personas que habían robado una cartera y los salvaron de los golpes. También, después de la detención de los acusados, la novia de uno de ellos habló de justicia por mano propia 'contra los negros de mierda'. En las redes sociales, una persona se dijo 'orgullosa de mis vecinos' y 'la próxima vez les cortaremos las manos en la plaza'".
Seis meses después del hecho, fueron detenidos dos muchachos de 27 y 28 años, luego de una serie de allanamientos en el barrio Azcuénaga. Tras ser imputados, estuvieron casi dos meses en la cárcel, luego les dieron prisión domiciliaria, hasta que lograron la libertad, el año pasado.
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