El Concejo Municipal continuó ayer debatiendo la redacción de un proyecto para establecer un cupo laboral trans en el estado municipal. Si bien llegaron a ponerse de acuerdo en descartar algunos de los requisitos que estaban planteados en uno de los proyectos, como la inclusión de no contar con antecedentes penales y la obligación de acreditar el cambio de identidad de género; la manera de establecer el cupo, ya sea por un número fijo de personas por año o el de un porcentaje cuando haya ingresos a la Municipalidad, está trabando su definición. "Conceptualmente estamos de acuerdo, pero queremos ver también cómo respetamos los parámetros que vienen dados en el funcionamiento de la administración", señaló el concejal Horacio Ghirardi. "Eso contradice la idea de cupo", consideró el concejal Eduardo Toniolli (PJ). Los ediles continuarán con el tratamiento del tema la próxima semana, aunque por estos días habrá más reuniones entre los ediles para tratar de acercar posiciones para que la propuesta pueda llegar finalmente al recinto.

El tema fue tratado ayer en la reunión de la Comisión de Gobierno que preside el concejal Jorge Boasso (Bloque Radical). El pasado 3 de marzo, los concejales que integran las comisiones de Gobierno y de Derechos Humanos habían recibido a miembros de organizaciones trans, quienes insistieron en pedir el tratamiento del proyecto para establecer un cupo para personas trans en el sector público municipal.

Los proyectos para promover la inserción laboral de travestis, transexuales y transgénero, estableciendo un cupo anual para el ingreso en la administración pública municipal, comenzaron a tratarse en el Palacio Vasallo hace más de un año. Una de las iniciativas fue elaborada por el Frente de Diversidad del Movimiento Evita junto con la agrupación Putos Peronistas. El proyecto, acompañado por las concejalas Norma López (FpV) y María Fernanda Gigliani (IP), establece una incorporación que sería obligatoria en un número no menor de diez personas trans por año cuando se deban cubrir cargos.

El otro proyecto es de Vox Asociación Civil y fue presentado por la concejala María Eugenia Schmuck (Bloque Radical), estableciendo un cupo del uno por ciento cuando haya ingresos a la Municipalidad, y que ahora es impulsado por el concejal Ghirardi. Tras una serie de debates se llegó a redactar una síntesis para su tratamiento, pero las organizaciones no estuvieron de acuerdo con algunos requisitos, como que se pida no contar con antecedentes penales, y que tengan acreditado el cambio de identidad de género.

"La mayoría ejercieron la prostitución y tienen causas por resistencia a la autoridad, mientras que la identidad de género es un derecho y no tiene que ser una obligación", señaló el concejal Toniolli. Sobre la cuestión de establecer el cupo a través de un porcentaje, las organizaciones plantearon un número fijo para poder llevar un control y que se pueda realizar. "Nosotros planteamos un cupo por una cuestión de discriminación positiva, con la evaluación de que ellas no pueden conseguir trabajo por discriminación, por falta de capacitación, ya que muchas no terminaron la escuela", argumentó el edil justicialista.

"No nos negamos a que haya un registro de personas trans que maneje el Area de Diversidad Sexual, pero la idea no sería que ingresen de manera directa, nos parece que tienen que postularse al Registro Unico de Postulantes que tiene el municipio, y desde allí ir presentándose para que de alguna manera demostrar ciertas aptitudes para el trabajo", consideró el concejal Ghirardi.

De todos modos, el titular del bloque socialista precisó que uno de los artículos establece que ante una situación de competencia o de aptitudes similares en una selección o un concurso se priorice el ingreso de las personas trans para cumplir el cupo. "Planteamos una prioridad a este colectivo social con respecto a un cupo, pero también respetando la forma de ingreso que tiene el municipio como una cosa objetiva", argumentó Ghirardi. "La idea es poder acercar posiciones para llegar a alguna propuesta de conjunto", concluyó.