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"Mi padre era afiliado al Pami y por negligencia de las autoridades lo tuve que sacar del sanatorio en un cajón". Así se expresó ayer Ramiro Rivero, quien entre diciembre y enero vio cómo su padre se fue desmejorando, hasta que contrajo un virus intrahospitalario en el sanatorio de los Nuevos Ayres, y falleció. Debía ser operado de un tumor, pero la familia nunca logró la orden de Pami para un traslado. "La directora asumió en diciembre y se fue de vacaciones", dijo Ramiro, quien ayer fue acompañado por la responsable territorial del Movimiento Evita, Alejandra Fedele, a radicar la denuncia en la Fiscalía Federal a cargo de Santiago Marquevich.

Con una denuncia por delito de acción pública ante el accionar del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, que --según apuntaron-- "llevó a la muerte" del hombre el 25 de enero, Ramiro pidió justicia.

Su padre, Francisco Rivero, tenía la obra social del Pami hacía dos años, cuando se jubiló. El 29 de diciembre, el hombre de 67 años, fue internado en el sanatorio Nuevos Ayres tras sufrir continuos dolores de cabeza los días previos. "Tenía paralizada su cara y pérdida de visión en un ojo", relató ayer Ramiro, a este diario.

Dos semanas después, luego de realizarse estudios se determinó que el paciente debía recibir una intervención quirúrgica. Como en el efector no había servicio para esa intervención, se extendió una orden de traslado a una institución de alta complejidad que pueda efectuar el procedimiento.

El 11 de enero, Ramiro se presentó en el Pami ante la auditora para gestionar el traslado y la doctora le informó que no estaba a cargo de dicha tarea. En días siguientes, el muchacho fue enviado a solucionar por sí mismo la situación, buscando turno en los sanatorios Laprida, Los Alerces, y el de la UOM, siempre sin encontrar respuesta.

En nuevas reuniones con la auditora de Pami, ésta "le aseguró a Rivero que los inconvenientes se daban porque el Pami había cortado las contraprestaciones y al pedirle hablar con la recientemente asumida directora María Milva Sánchez se le dijo que la responsable de la institución se encontraba de vacaciones", expresaron en la denuncia.

En tanto, el 23 de enero, luego de cinco pedidos de traslados urgentes, el paciente sufrió una descompensación, entró en terapia intensiva y falleció dos días después.

Acompañado también por el abogado responsable de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, Agustín Parisi, Ramiro lamentó: "Los trámites se demoraron muchísimo y varias veces intenté hablar con los directivos, pero la responsable estaba de vacaciones, recién asumida, y nadie me dio respuestas". El abogado agregó que el caso podría calificarse como "mínimo un homicidio culposo, una negligencia demostrada y una falta de atención que hizo que contraiga este virus intrahospitalario. Cuando este hombre, que pagaba Pami, necesitó de la obra social, no respondieron", dijo.