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A más de un mes de que un hombre muriera tras ser arrastrado unos 10 kilómetros por el conductor de un Peugeot 206, en la A012, la Fiscalía advirtió que quien manejaba, en realidad, era su hija. María Belén G. fue detenida ayer y será imputada hoy por la fiscal Mariana Prunotto, por el delito de "homicidio culposo agravado por conducción vehicular". En tanto, su padre cometió el delito de encubrimiento, ya que en su momento declaró que era él quien conducía y que pensó que estaba arrastrando una rama o tronco, en medio de una tormenta, hasta que pudo parar y vio que era un cuerpo. Sin embargo, lo beneficia la figura de "excusa absolutoria", por ser el progenitor de la acusada.

"Por medidas que se realizaron en reserva en el marco de la investigación por la muerte de Víctor Hugo Leyva, y que serán expuestas en la audiencia oral y pública por la fiscal Prunotto, se corroboró que quien conducía era María Belén G. y no su padre, como declararon en el momento del hecho", expresaron desde el Ministerio Público de la Acusación, tras el arresto que cumplió la Policía de Investigaciones (PDI).

El 5 de marzo, tras el suceso, el fiscal que tomó la causa al principio, Walter Jurado, dijo que el hombre, dueño del auto, declaró que "pasó por encima de un objeto. El creyó que era una rama o un tronco dado que fue en un momento en el que se produjo la tormenta. Así, circuló unos 15 kilómetros, cuando detuvo el vehículo para ver qué había abajo del mismo, se encontró con el cuerpo. El mismo conductor dio aviso a la policía".

Según las nuevas hipótesis de la investigación, el hombre apañó a su hija teintañera, quien realmente manejaba el auto cuando enganchó al motociclista en la ruta provincial 18, cerca del cruce con la A012. "Fue arrastrado más de 10 kilómetros y la hipótesis más firme es que la víctima sufrió algún tipo de accidente que lo hizo caer de la moto y el auto lo lleva por delante".

El mes pasado, el padre de la joven, un hombre de 50 años, quedó demorado tras contarle a la policía que condujo varios kilómetros sin percatarse que tenía el cadáver de un motociclista enganchado en su vehículo. El relato fue dudoso para los investigadores, ante la aseveración del hombre de que "no se había dado cuenta" de que era una persona lo que estaba arrastrando.

La víctima tenía unos 40 años de edad y según reveló la autopsia la muerte se produjo a causa de las lesiones provocadas por el arrastre. El conductor dijo que encontró el cuerpo atorado en su vehículo alrededor de las 21 de aquel día y que rápidamente llamó al 911; pero ahora se estima que podría haber demorado más en dar aviso al personal, ya que la Fiscalía sostiene que era su hija la que manejaba sola. Al parecer varios testigos declararon que quien conducía el Peugeot 206 era una mujer.