La Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario presentó el miércoles su Procedimiento para atención de situaciones de violencia y discriminación de género, una herramienta para que los casos de acoso sexual y cualquier violencia de género sea sancionada pero también se pueda prevenir. Si bien fue la primera Facultad cuyo Consejo directivo aprobó el Procedimiento, en octubre de 2014, el dispositivo se puso en marcha antes en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Ahora, en Derecho habrá un equipo de tres docentes, tres graduadas y tres estudiantes para escuchar a quienes denuncien por cualquier tipo de violencia en la Facultad, y también para aportar a la construcción de relaciones más igualitarias en el ámbito académico.

"El procedimiento es un dispositivo que no sólo implica la atención en el sentido de asistencia, sino también la prevención, sensibilización y formación", consideró una de las impulsoras fundamentales del Procedimiento, Analía Aucía, docente y coordinadora del Programa de Género y Sexualidades de la Facultad. Aucía aprovechó para señalar que la Universidad Nacional de Rosario "tendría que tener un protocolo" para regular la actuación ante casos de violencia.

"Hay muchos casos, lo que pasa es que no se conocen porque se invisibilizan. En la medida que haya una sensibilización, una desnaturalización, aumentarán las consultas", consideró Aucía. Justamente, el Procedimiento estipula que un equipo de personas recibirá las consultas y denuncias por estos temas -como ya ha ocurrido en Ciencia Política y en Humanidades y Arte- tanto por vía electrónica como en forma personal. Si tras recibir asesoramiento, la persona decide hacer una denuncia en el ámbito administrativo, el equipo técnico realizará un informe detallando lo ocurrido, y será remitido a la Asesoría Legal del Rectorado de la UNR. Si la persona solicita apoyo psicológico, se sugerirá el acompañamiento del Gabinete Psicopedagógico de la Facultad de Derecho.

"El equipo de la Facultad puede intervenir con docentes, no docentes, estudiantes. En cada facultad se desarrollan múltiples relaciones, no solamente educativas, sino laborales. En ese contexto, se dan relaciones jerárquicas que se suman a las íncitas en las relaciones de género", consideró Aucía.