Los 300 integrantes de organizaciones sociales y comunitarias del Mercosur reunidos esta semana en Rosario elaboraron una Declaración de Rosario, a modo de programa de acción que parte de concebir a la integración como "un proceso de largo plazo, que supone la construcción de un proyecto alternativo de sociedad", en ese modelo el centro deberá ser "el bienestar de las personas y la socialización del poder, a través de la participación igualitaria de varones y mujeres, en el campo económico, social, político y cultural". Para estas organizaciones, que forman parte del Programa Mercosur Social y Solidario, la integración es una construcción "desde abajo, desde las organizaciones sociales y los pueblos; reconociendo redes ya existentes y generando nuevos lazos".

El documento generado por los participantes será difundido entre los ciudadanos pero también dirigido a los gobiernos y organizaciones políticas, así como a las autoridades del Mercosur. Los cuatro ejes que trabajaron los y las jóvenes, mujeres, trabajadores, campesinos, pueblos originarios, migrantes, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de cinco países del Cono Sur que deliberaron en el hotel Ariston fueron la igualdad entre varones y mujeres, las políticas públicas, la reforma agraria, soberanía alimentaria y energética y la cuestión del trabajo y la economía solidaria.

"Es urgente asumir nuestros rasgos y problemas comunes pero también nuestra diversidad cultural para transformarla en potencialidad política, entendiéndola como una formidable oportunidad para pensar una integración construida desde los diversos movimientos y organizaciones sociales de nuestra región", dice la declaración, donde también se critica que hasta ahora, todos los procesos de integración entre los pueblos de América Latina ha tenido un carácter "marcadamente comercial o economicista".

A contramano de esa historia, el Programa Mercosur Social y Solidario concibe "un proceso complejo y dialéctico que profundiza discusiones, tensiones y contradicciones pero que abre nuevas posibilidades y desafíos", y establece como su mayor valor "invitar y apoyar a las diversas organizaciones a buscar formas de fortalecerse como actores sociales y políticos".

En ese marco, plantearon la necesidad de más y mejores políticas públicas democrática, que requerirán de un mayor grado de organización de la sociedad civil. Desde el Programa Mercosur Social y Solidario consideran que "la ciudadanía social ha sido conquistada, la mayor de las veces, por la acción de los propios movimientos sociales".