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La fiscal Raquel Almada imputó ayer a Néstor Anchaval por haber violado dos prohibiciones de acercamiento hacia Jesica Balmaceda, víctima del primer juicio oral por violencia machista, y sus hijos. Además, si bien estableció que el acusado continúe en libertad, el juez Juan Andrés Donnola ordenó un "seguimiento y control", por el que personal policial deberá presentar un informe quincenal de las actividades diarias de Anchaval. En tanto, el acusado no podrá acercarse a 500 metros de los lugares que frecuenta la víctima. Al tomar la palabra, el imputado negó haber cometido esos hechos y aseguró que su expareja le arma causas. "Son injurias. Me acusan de un secuestro y yo casi no salgo solo de la casa de mi madre. Hasta pedí que la Justicia me ponga una tobillera (de control de movimiento), pero me dijeron que no hay presupuesto", lanzó.

En mayo pasado, Anchaval fue condenado a tres años de prisión, pero la pena fue reducida en un mes por la Cámara Penal. De todos modos, está en libertad desde julio, cuando el juez Carlos Leiva lo excarceló y le prohibió acercarse a la víctima. Desde entonces Jesica denunció un intento de secuestro, encontró en la puerta de su casa la inscripción "te tengo"; y sus compañeras de la ONG también fueron amedrentadas. Incluso, el defensor provincial Gabriel Ganón presentó un habeas corpus al considerar que el imputado tendría contactos policiales para hostigar a su expareja.

Ayer, la fiscal le imputó "haberse presentado en moto en la esquina de la casa de la víctima, el 15 de julio pasado (menos de diez días después de salir en libertad), alrededor de las 19.30, mientras sus hijos jugaban en la vereda. Se detuvo y les sonrío de manera burlona. Violó la restricción de acercamiento", expresó. Entre las pruebas, la fiscal mencionó que su propio hijo declaró haber visto a su papá. También fueron testigos la vecina de Jesica y Nora Giacometto, titular de la ONG Ampliando Derechos, que acompaña a la víctima.

Anchaval aseguró que si hubiera visto a sus hijos, hubiera corrido "a darles un abrazo y un beso", porque no lo ve hace dos años.