Representantes del gremio que nuclea a los camioneros a nivel nacional, desembarcaron ayer en Rosario para inaugurar un local propio. Lejos de ser un acto meramente formal, la movida de los seguidores de Pablo Moyano, hijo del titular de la CGT, apunta a pelear con el Sindicato Obrero de Recolección y Barrido local el encuadre de alrededor de 600 trabajadores que se desempeñan en una de las ramas del sector en relación de dependencia con las dos empresas concesionarias. A media mañana hubo una concentración céntrica que incluyó cortes de calle.

La excusa fue dejar inaugurado un local propio en Urquiza al 1600. Allí militantes del sindicato que conduce Moyano dejaron habilitado un espacio no vinculado con el gremio a nivel provincial a través del cual "invitar a afiliarse" a una parte de los trabajadores de la recolección de basura. Ocurre que en otras provincias los choferes de camiones de residuos pertenecen al gremio que lidera Moyano, situación que no se repite en la ciudad, en la desde hace años estuvieron vinculados a otra agrupación.

Humberto Díaz, máximo referente del Sindicato Obrero de Recolección y Barrido, aseguró en declaraciones radiales que "la que vino es gente de Moyano, que ha traído colectivos y todo. Intentan sacarme gente del gremio, como ya hicieron en otras partes. Hace ya un año que empezaron con esto". Los afiliados "en disputa" son cerca de 600 de los más de tres mil trabajadores adheridos a Barrido y Limpieza.

El dirigente aseguró que no existen contactos entre ambas agrupaciones ya que "ellos son violentos y dicen mentiras. Dicen que los barrenderos van a ganar 3 mil pesos cuando no es así". En ese marco, la sede del gremio que conduce Díaz estuvo custodiado "con policías de la comisaría porque no se sabe lo que esta gente puede hacer".

El cruce entre el gremio de Camioneros y el de Barrido tuvo su antecedente durante la primera quincena de enero pasado. En aquella oportunidad un sector importante de la zona sur no tuvo durante un fin de semana recolección de residuos durante la noche en el marco de una protesta que Díaz asoció a su puja con los hombres de Moyano.

Entre los 3500 afiliados que tiene el gremio que conduce Díaz hay tres escalas salariales: un chofer percibe 2000 pesos mensuales, un recolector 1600 pesos, y los barrenderos 1400 pesos. Si bien la jornada laboral dura ocho horas "cuando terminan el recorrido ya pueden volver a sus casas, lo que hace que trabajen no más de seis promedio".

En ese marco, Díaz confirmó que el sector pretende un incremento salarial. "Estamos discutiendo el sueldo. Pedimos más que ellos (por los Camioneros de Moyano), un 30 por ciento de aumento. Lo estamos charlando con las empresas y la municipalidad", sostuvo.