La "IV Marcha de los Chicos del Pueblo", de la que participan unos 400 niños bajo la consigna "el hambre es un crimen", pasó ayer por Rosario. Fe. Los chicos acompañados por distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales marcharon por las calles céntricas uniendo la Plaza San Martín con el Monumento a la Bandera portando una bandera a modo de consigna "Con ternura venceremos". "El gobierno está haciendo, pero lo que no debe. Está beneficiando a los grandes grupos económicos internacionales que se enriquecen y se llevan esa riqueza al exterior. Y lo que hay que hacer es otra cosa", criticó Víctor de Gennaro secretario de relaciones institucionales de la Central de Trabajadores Argentinos, la organización sindical que le da cobijo al movimiento.

La marcha que comenzó en Rosario pasadas las 15.30, estuvo protagonizada por un numeroso grupo de niños que viene marchando desde Misiones con destino a Capital Federal para manifestarse en contra del hambre. Cientos de chicos de todo el país se congregaron en la plaza San Martín con la adhesión de varios grupos sociales, y marcharon luego hacia el Monumento a la Bandera, lugar del acto central. "Ni un pibe menos. El hambre es un crimen", es el lema de la manifestación, que arribó pasadas las 16.30 al Monumento a la Bandera. Allí fueron los chicos los protagonistas y oradores, aunque el interés de los medios de prensa estuvo invariablemente en la palabra del propio De Gennaro, quien se quejó porque el lunes durante el paso de la marcha por la capital santafesina "la Casa de Gobierno en Santa Fe estuvo cerrada y el gobernador no estaba, cuando los pibes en la plaza decían sus verdades. Y la verdad es que no hubo ningún gobernador de ninguna provincia en estas cuatro marchas que realizamos, de los partidos supuestamente populares y no hubo ningún presidente que haya recibido a los pibes para escucharlos: no pueden mirarlos a los ojos o escuchar las verdades que dicen o las preguntas que hacen y que evidentemente no pueden responder. Y ellos lo saben porque optan, optan por defender los intereses de las trasnacionales, la los grandes grupos económicos", se quejó el líder sindical.

En este sentido De Gennaro explicó que "el hambre es un crimen porque hay criminales, porque en nuestro país se ha inventado el hambre. En Santa Fe hay un millón de pibes menores de 18 años viviendo bajo la línea de pobreza cuando es la provincia que más exporta alimentos: por los puertos de esta zona salen por ejemplo los alimentos que la Aceitera General Deheza le da al mundo".

"Evidentemente -continuó- nuestros gobernantes son capaces de defender los intereses de los Urquía, de los Pagani, de los Bunge y Born, de las empresas como en el norte de nuestro país como los Blaquier o Alto Paraná o en el sur Repsol están quedándose con los recursos naturales, mientras nos dejan la contaminación y el hambre".

Finalmente De Gennaro se mostró orgulloso por los pibes que protagonizaron las cuatro marchas: "los chicos que marchan son un ejemplo, tienen una fuerza y una alegría enormes. Ellos tienen la suerte de haber estado en hogares, en talleres gráficos, imprentas, panaderías, granjas, Casa del Niño, todas experiencias de los Chicos del Pueblo que dirige Alberto Morlachetti, que es un pedagogo y un hombre reconocido. Y con amor les han ayudado a que estos pibes se hayan cambiado a si mismos, salen con la fuerza que le da creer que pueden cambiar a la sociedad y el destino de sus hermanos, porque ya cambiaron su propio destino: el destino del paco, del gatillo fácil, de la precariedad que les tenía asignada el sistema, y hoy tienen un destino comunitario. Es decir tienen esa fuerza de saber que se puede y la transmiten, y es por eso son contundentes cuando hablan: de los está pasando en sus barrios, en sus lugares y en la perspectiva de una infancia que está siendo aniquilada a propósito para que nuestro país no tenga destino".