Lunes, 2 de julio de 2007 | Hoy
CIUDAD › EL INTENDENTE COSECHO EL 46 % DE LOS SUFRAGIOS
Con guarismos aun mejores de los que le permitieron llegar a la intendencia, Miguel Lifschitz encara la campaña electoral sin sobresaltos. En setiembre la tendrá contra un ex compañero de ruta socialista, Héctor Cavallero, quien está contento por "esta segunda oportunidad".
Por Guillermo Zysman
Con el doble de votos que obtuvo cuatro años atrás, cuando llegó a la intendencia al superar por escasos 5000 votos al PJ, Miguel Lifschitz logró ayer algo más del 46 por ciento de los sufragios totales emitidos y cerca del 90 por ciento en la interna a intendente del Frente Progresista, venciendo con holgura a Carlos Comi. Lifschitz enfrentará en las generales del 2 de setiembre a Héctor Cavallero, quien venció en la primaria del Frente para la Victoria a Juan Héctor Sylvestre Begnis por más de diez puntos. El propio Lifschitz destacó que la diferencia entre ambos frentes fue de 24 puntos. "Una distancia abrumadora que será difícil de revertir aunque elecciones son elecciones", aclaró el intendente, uno de los más sonrientes en el búnker del socialismo donde las caras empezaron a cambiar de semblante entrada la noche, cuando la diferencia de Binner sobre el kirchnerismo empezaba a acortarse. Para Cavallero, el resultado de ayer "es una segunda oportunidad" para volver al Palacio de los Leones. La lista de concejales que encabezó el arista Nire Roldán no hizo una buena elección y, sistema proporcional D'Hont mediante, ingresaría séptimo en la boleta que encabezará Miguel Zamarini para el Palacio Vasallo.
A diferencia de la elección a gobernador, tanto el Frente Progresista como el kirchnerista Frente para la Victoria definieron ayer a sus candidatos a la intendencia que se dirimirá el 2 de septiembre. Confirmando los pronósticos previos, Lifschitz le sacó una enorme diferencia a Carlos Comi. En la vereda de enfrente, Cavallero se quedó con la candidatura del FPV superando por amplio margen a Sylvestre Begnis, repitiendo los guarimos que en Rosario arrojó la puja entre Rafael Bielsa y Agustín Rossi en la elección para la Gobernación.
Pasadas las 21.30 Lifschitz aprareció en el hotel Ariston junto a Zamarini. De buen semblante pero no exultante, el intendente difundió las famosas 70 mesas testigos repartidas en distintas seccionales de la ciudad que habitualmente difunde el socialismo. "Es una tendencia casi irreversible, remarcó el jefe comunal para después mencionar las cifras: Lifschitz 46,24; Cavallero 19,15; Sylvestre Begnis 8,39; votos en blanco 6,7 por ciento; Comi 5,2 y Steiger 1,71 por ciento.
"La diferencia es abrumadora", repitió Lifschitz una y otra vez para después señalar que sumando sus votos con los de Comi la distancia entre el Frente Progresista y el FPV era en total de 24 puntos.
En diálogo con Rosario/12, Lifschitz destacó que los votos ayer obtenidos "duplican los que sacamos en la elección del 2003. Hicimos una nuy buena elección en todos las seccionales de la ciudad. Esta diferencia que sacamos es realmente importante. No quiero cantar victoria antes de tiempo, porque elecciones son elecciones pero estamos muy bien".
El intendente fue más allá y dijo aspirar incluso a que parte de los votos cosechados por Sylvestre Begnis, los emitidos en blanco y a otras candidaturas se trasladen a la suya para incrementar la brecha con Cavallero, quien durante la campaña denunció insistentemente que la municipalidad estaba fundida y fuertemente endeudada. "Son cuestiones propias de la campaña, esperemos que no haya campaña sucia y se puedan poner en debate los modelos de ciudad", agregó.
Consultado sobre el sistema electoral que ayer debutó para cargos ejecutivos en la provincia, Lifschitz respondió: "Desde el vamos dijimos que no estábamos de acuerdo con la obligatoriedad del voto para los ciudadanos independientes y para aquellos partidos o frentes que tuvieran una candidatura única como pasó en el Frente Progresista (con Binner). Pero reconocemos que es un paso adelante respecto a la Ley de Lemas".
Cavallero apareció temprano en el hotel Riviera. Estaba exultante. Los primeros datos a boca de urna mostraban no sólo la ventaja irreversible que le sacaría a Sylvestre Begnis, además le daba un leve corte de boleta a favor suyo en detrimento de Rafael Bielsa.
"Esta es una segunda oportunidad después de 50 años de militancia", remarcó el ex intendente quien dijo no tener dudas que finalmente las dos estructuras -la suya y la del sectror de Rossi-Begnis- se van a sumar y trabajarán en conjunto de cara a septiembre.
En el improvisado bunker de la Coalición Cívica -un bar en pleno Pichincha-, Carlos Comi y Nire Roldán no ocultaban su desazón. "Sabíamos que era una elección difícil, hicimos una campaña sin plata y peleamos frente a una gestión municipal muy valorada en la sociedad", sostuvo a modo de explicación Roldán. El edil entraría, sistema proporcional mediante, en el séptimo lugar de la boleta que encabezará Zamarini.
El radicalismo hizo una pésima elección: Federico Steiger apenas cosechó algo más del uno por ciento de los votos al igual que su candidata a concejal. Lo propio ocurrió con el candidato a la intendencia que llevó Roxana Latorre.
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