CIUDAD
Tanto Silberstein como Maiorana coinciden en que desde el próximo lunes, "los análisis y las críticas tienen que servir para adelante, hay muchas cosas que hacer" en la universidad.
› Por Claudio Socolsky
Después de un frustrado intento, que incluyó graves incidentes, el pasado 5 de junio, y varias reuniones del Consejo Superior, que pudo finalmente designar a dos rectores interinos -el psicólogo Ovide Menim y la bioquímica Claudia Balagué- los 276 consejeros de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) tendrán hoy la posibilidad de elegir a un nuevo rector para el período 2007/2011. La elección se llevará a cabo a partir de las 9 en la Facultad de Arquitectura, y los dos candidatos a ocupar el sillón que quedó vacante tras la muerte de Ricardo Suárez; el ex decano de Humanidades, Darío Maiorana, que cuenta con el apoyo del milletismo radical y el justicialismo, y el decano de Derecho, Ricardo Silberstein, apoyado por el socialismo, los radicales frentistas y los independientes, conversaron ayer con Rosario/12 sobre algunas líneas de acción que le impondrían a sus gestiones. La votación se presenta reñida y seguramente se necesitará, al menos, de una segunda vuelta para que uno de los candidatos obtenga la mayoría simple.
Maiorana: "Hemos pasado este año muchas situaciones institucionalmente complejas, pero no es el momento de empezar a echar culpas; en todo caso, deberíamos empezar a trabajar para que los conflictos se canalicen de otra manera. El lunes debemos abrir una nueva etapa, que necesariamente deberá ser de construcción y de diálogo, en la que espero que vuelva a primar la racionalidad, empezando a construir a partir de una lógica universitaria".
Silberstein: "Cuando el sector de Maiorana gestionaba la Universidad de manera imparcial, fueron creando un ambiente enrarecido. Si a eso le agregamos que se venía de una suerte de violación sistemática de los Estatutos, como para que la justicia Federal saque dos resoluciones, las irregularidades eran muy grandes. Se entorpecía el diálogo, evidentemente nos encontrábamos con una situación explosiva; era imposible que se pudiera realizar algún tipo de asamblea".
Maiorana: "Sin ser exitista, estoy confiado en que el proyecto que personificamos conjuntamente con el profesor Eduardo Seminara va a tener la mayoría del apoyo de los asambleístas. Desde el lunes, los análisis y las críticas tienen que servir para adelante, ya que hay muchas cosas que hacer. Creo que los dos períodos del Rector Suárez sirvieron para ordenar la Universidad, y ahora viene la necesidad de encarar otros temas".
Silberstein: "Uno de los temas fundamentales es tratar de determinar un diagnóstico real de la situación de la Universidad. Si uno observa que la sede de la Universidad se lleva un porcentaje enorme de los gastos del presupuesto, hay que ver qué pasa con los recursos. Todo objetivo debe estar siempre en función de los recursos humanos y materiales con los que se cuenta; hoy todavía no sabemos muy claramente qué pasa y cómo estamos".
Maiorana: "Nuestra Universidad no está cumpliendo con muchas de las cuestiones que debería cumplir por ser una institución sostenida por el Estado y por la comunidad, con un capital social enorme, que se enlaza con una tradición importantísima en nuestro país, y que la lleva a tener un rol que no estamos teniendo; inclusive, si comparamos nuestra Universidad con otras. Tenemos una presencia muy pobre en la región, Rosario no es una ciudad universitaria, ni es una región universitaria. Eso hace también que Rosario nunca se haya plantado ante los Estados. Estamos prestando servicios que deberían estar prestando la provincia y la municipalidad. Por eso, vamos a presentar un proyecto de ley para que determinen a las Universidades de Gestión Pública como asesoras privilegiadas".
Silberstein: "Una Universidad debe cumplir con las distintas funciones de extensión, de docencia, de investigación. Si uno empieza a analizar las distintas funciones, encontramos serias asignaturas pendientes. En una Universidad que tiene 70 mil estudiantes, y prácticamente no tiene presencia en el medio, hay un déficit de extensión. Y una Universidad que tiene buenos investigadores, no tiene partidas de presupuesto porque se usaron para adjudicar cargos. Y en la Universidad pública, además de enseñar, se investiga".
Maiorana: "Hay que mejorar cuestiones de planificación, al interior de la Universidad y hacia afuera. No estamos haciendo buena parte de las cosas que enseñamos en nuestras cátedras. Tenemos una carrera de Estadísticas, y en la Universidad, nuestras estadísticas son pésimas. Tenemos una carrera de Medicina y no estamos incidiendo en las planificaciones de la Salud Pública. Hay que horizontalizar los organigramas de gestión, no sólo en los papeles, si no también en lo que hace a la actitud de los funcionarios. Es impensable que el rector no visite las facultades, y que los funcionarios no tengan mayor nivel de contacto. Vamos a darle al Consejo de Investigaciones un rol importante en lo que hace a la planificación de la investigación al interior de la Universidad; y por sobre todo, mejorar las condiciones de trabajo de nuestros docentes; implementando, entre otras medidas, la reglamentación del año sabático. Cambiar las condiciones de trabajo de los compañeros no docentes y tener una política de pasantías y de becas".
Silberstein: "Nosotros configuramos una verdadera federación de facultades. Esto no solamente significa un problema de gestión y de costos, sino que implica un enorme déficit en cuanto a lo que se puede lograr en materia de docencia e investigación; hoy la interdisciplinidad es central en todo proyecto de investigación. Otro tema no menor es la problemática de los concursos, la manera en que se selecciona y promociona a los docentes; la transparencia de los concursos es un tema central. Además, debemos ver el tema del control de las cooperadoras, porque la Universidad no puede resignar el control de lo que está pasando con esto. Los excedentes, si los hubiere, deben ser invertidos en el Grado. Y un tema fundamental en una Universidad que se financia en gran parte por los impuestos indirectos; es decir, por los que menos tienen, la política de extensión es fundamental, y deber ser implementada a través de una verdadera sinergia entre la distintas extensiones de todas las facultades".
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