A punto de cumplir los 74 años, el periodista Ignacio "Nacho" Suriani, falleció ayer en Rosario. Se había levantado a las cuatro de la mañana como todos los días para ir a su programa "Tempranísimo" por Radio 2, como lo hacía desde hace más de 15 años. Sufrió una descompensación, fue internado y murió de un fallo cardíaco en el sanatorio. Por la tarde fue enterrado en un cementerio privado. Emotiva despedida de quien era una marca registrada en la radiofonía rosarina, con el que acostumbraron a despertarse varias generaciones. También pasó por LT8 desde los años `70 y fue uno de los primeros periodistas en hacer televisión en la ciudad, en Canal 5.

Ayer, el sitio de noticias Rosario3.com -del pool de medios en el que trabajaba Suriani-, transmitió las sensaciones que se vivieron entres sus colegas y los oyentes que, masivamente, quisieron ir a despedirlo a la sala velatoria.

"Todos quisieron decirle adiós a Nacho Suriani. Políticos a los que entrevistó (o que querían ser entrevistados por él), figuras de la cultura con las que compartió su pasión por el arte, periodistas con los que trabajó en su larga trayectoria y gran cantidad de seguidores se acercaron ayer al velatorio del conductor de Tempranísimo", reseñó el citado portal.

"Todos trabajamos con él", repetía un periodista frente a más de veinte colegas de todas las edades con los que compartía una charla sobre el entrañable Nacho. El resto asentía. Nacho fue un maestro para muchos y alumnos en su última despedida no faltaban. Cada uno aportaba las anécdotas de trabajo compartidas con él, las enseñanzas aprendidas.

El velatorio arrancó a las 11. Pasado el mediodía, el equipo de trabajo que acompañaba a Nacho todas las mañanas en Radio 2 se hizo presente para acompañar a la familia. También se acercaron seguidores de Suriani, quienes expresaron sus condolencias. Uno de sus fanáticos fue el que gritó "Grande, Nacho" cuando, cerca de las 17, partió el cortejo fúnebre hacia el cementerio El Prado, donde fue enterrado por su círculo familiar y de amigos cerca de las 18. Tampoco faltaron los aplausos.

"Nacho fue un apasionado de la radio y de alguna manera fue una suerte que haya trabajado hasta el último día. Es inimaginable Nacho sin la radio. Pero también es inimaginable la radio sin Nacho. Pero además, fue abierto como pocos. Siempre le gustó ﷓y lo decía a viva voz﷓ rodearse de gente joven. Siempre fue abierto a enseñar y a aprender. Hasta el último día. Ese último día dijo que tenía ganas de trabajar el domingo 2 de septiembre, para el operativo de cobertura de elecciones de Radio 2. Es que a Nacho le apasionaba la política. Y viajar, leer, ir al cine, la música, la buena comida con buenos amigos ﷓que le estaban preparando un gran festejo porque el sábado 25 cumplía los 74﷓, sus hijos Abel e Ignacito, su nieta, María Laura. Sí, le apasionaba amar. Y amaba lo que hacía", señalaron sus colegas de Rosario3.com.