Los intensos días de la campaña dejaron su marca en Miguel Lifschitz. "Me quedé prácticamente sin voz", dijo el intendente a Rosario/12 al llegar a la plaza Pringles tras la caminata por la peatonal. La disfonía le impidió dar su discurso de cierre, frente a la multitud.

"La ciudad está ante una oportunidad única, tiene la posibilidad a partir de este domingo de tener un gobernador que haga un gobierno que no compita con Rosario, que le otorgue autonomía, los recursos que le corresponden y las obras que se merece", resumió el jefe comunal al ser consultado sobre las implicancias del acto eleccionario.

Lifschitz no ocultó su optimismo. "Esperamos ganar con una gran ventaja en toda la ciudad tanto en las elecciones para la intendencia como en las provinciales", sostuvo para después estimar que la lista de concejales que encabeza Miguel Zamarini logrará incorporar "entre seis y siete" ediles al Concejo Municipal, sobre las 11 que se ponen en juego. De ser así, como ya publicó este diario, el PS controlará cómodamente el Palacio Vasallo desde el 10 de diciembre cuando se renueve la mitad del cuerpo.

"Esperemos que todo transcurra bien, sin inconvenientes, sin anomalías. Cada partido tiene sus fiscales, confiamos en las autoridades de mesa y esperábamos contar con veedores internacionales. No vemos que haya margen para alguna picardía", dijo el intendente, que aspira a ser reelecto pasado mañana sobre la posibilidad de fraude.