Pocas horas después de que el proyecto fuera presentado oficialmente en el Centro Cultural Parque de España, el viernes 10 de octubre, el Puerto de la Música encendió una polémica, por las objeciones lanzadas desde el justicialismo en relación al costo de 90 millones de pesos. Diseñado por el gran arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, el mismo consta de un imponente teatro cubierto para tres mil personas, y contempla además la posibilidad de realizar multitudinarios espectáculos al aire libre.

En el acto de lanzamiento, y acompañada por el intendente Lifschitz y el gobernador Hermes Binner, la ministra de Innovación y Cultura, Chiqui González, distinguió: "El Puerto de la Música significa inclusión, espacio público para todos. Significa una ribera del río accesible, recorrible. Semejante obra está pensada en la música, que debe ser uno de los lenguajes universales que une a la sensibilidad, la percepción, los afectos, los conceptos y la imaginación".

Sin embargo, fue otro el análisis realizado desde el justicialismo, que en el marco de sus críticas al presupuesto 2009, calificaron al proyecto como "faraónico". Entre ellos, el titular del partido en Rosario, Luis Rubeo, disparó: "Una obra faraónica de las características del Puerto de la Música que anunció el doctor Binner se contradice con sus declaraciones acerca de que `hay chicos que se van a morir` porque no le habilitamos el impuestazo contra el pueblo de Santa Fe".

La respuesta del gobernador llegó acompañada de una alusión a su etapa como intendente rosarino: "Cuando empezamos el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez en Rosario también nos decían que era una obra faraónica. Bueno, ahí lo están usando y verdaderamente vino a cubrir una gran necesidad en la región. Todas las obras estratégicas planteadas son largamente conversadas. El Puerto de la Música es parte del Plan Estratégico de la ciudad del año 97 y es una obra plurianual que no se ejecuta en un año". Por lo pronto, el imponente proyecto de Niemeyer aguarda a que en febrero se lance la licitación que permita darle inicio a las obras.