Excelente calidad plástica y exquisito rigor formal es lo que tienen en común las tres propuestas, derivadas del minimalismo hacia un concepto de campo expandido, que podrán verse hasta el 7 de mayo en la planta baja del Pasaje Pam. Las tres artistas calculan a priori y abarcan como dato estético ciertos elementos expresivos que por fuera de los procesos técnicos de la disciplina (collage, escultura y dibujo, respectivamente) les proporciona el espacio real.

En el espacio de arte Ribuar, de la marquería Rivoire, la realizadora de objetos y escultora rosarina Eladia Acevedo expone unas cajas que cuelgan en la pared y se ven como si fueran cuadros en dos dimensiones, ya que tras el vidrio que las recubre sólo se muestran los efectos "op" de su minucioso trabajo en papel. Las líneas visibles no están dibujadas ni grabadas, sino que son generadas a partir de finísimas tiras en torsión; éstas brindan una sutil gama de grises. El delicado efecto de iridiscencia monocromática (o casi) se completa con los juegos de luces y sombras entre el papel y el fondo de la caja.

También juega con los efectos reales de luz y sombra Fabiana Imola, con una ajustada y lograda intervención en el espacio El Cubo cuyas neobarrocas formas abstractas caladas en metal sugieren, hacia el ocaso (se recomienda contemplar esta obra a eso de las 7 de la tarde) una fauna submarina.

Y desde Buenos Aires, Cynthia Kampelmacher trae a la vitrina del Pasaje un dibujo abstracto que insinúa las luces y sombras de un follaje. Titulado "Destellos" y realizado en tinta negra sobre papel vegetal, debe sus grises a las suaves arrugas del papel.