La Municipalidad estima que en Rosario hay unos 500 chicos menores de 16 años en situación de calle atravesados por tres circunstancias diferentes: por un lado están los niños y niñas que trabajan en las calles del centro junto con sus padres como un modo económico familiar. Por otro lado están aquellos que realizan tareas como limpiar vidrios o abrir puertas de taxis los fines de semana o medio día durante la semana y son el único sustento económico del hogar. En estos casos, los niños suelen estar escolarizados. Por último aparecen aquellos que viven en la calle de manera permanente. "Estamos trabajando en los barrios para que estos jóvenes puedan volver a su casa", aseguran desde el estado.

La titular de la Dirección Provincial de la niñez, Mónica Varetto explicó que del total de las intervenciones que realizan a menores de 16 años, en el 50 por ciento de los casos se trata de niños y niñas atravesados por la violencia. Un 25 por ciento son jóvenes en situación de calle y un 35 por ciento están en conflicto con la ley penal. La mayoría proviene de hogares pobres o indigentes, aunque un 10 por ciento corresponde a jóvenes y niños de clase media.