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Los problemas vinculados a la temática de género son una preocupación que ya expresamos durante la campaña proselitista y que serán una prioridad de mi gestión parlamentaria. En cuanto a las iniciativas, en primer lugar es necesario jerarquizar el Area municipal de la Mujer, convirtiéndola en dirección y dotándola de mayor presupuesto y herramientas para desarrollar su tarea de un modo más efectivo.

También es necesario ampliar el servicio de atención telefónica por casos de violencia familiar (conocido como Teléfono Verde) que actualmente atiende de lunes a viernes de 7 a 19. Hay que ampliar esa atención a los fines de semana y durante las 24 horas, ya que buena parte de los casos de violencia en el seno del hogar se producen, justamente, los fines de semana, cuando el servicio no está disponible. Siempre con atención jurídica, psicológica y social.

En tercer lugar, también planteamos la creación de nuevos refugios para mujeres víctimas de violencia, que en muchas oportunidades no tienen dónde ir en casos de sufrir violencia en el hogar, debiendo de esa manera permanecer en el mismo espacio físico que el victimario y propiciando la reproducción de las prácticas de violencia.

En cuanto al programa de equidad educativa, a través del cual se otorgan becas para madres y embarazadas adolescentes y estudiantes, consideramos que se requiere ampliar su alcance y presupuesto y también, para extenderlo a los varones en esa situación.

Por último, también propongo la creación de jardines maternales públicos en el ámbito municipal, para lo cual ya presenté un proyecto de ordenanza en el Concejo Municipal. El espíritu de dicho proyecto está vinculado a la perspectiva de género, por cuanto persigue la igualdad entre varones y mujeres en el acceso al trabajo remunerado, que algunas madres tienen vedado por la imposibilidad económica de dejar a sus niños en instituciones privadas. Esto genera, en muchos casos, trabajo infantil doméstico porque ante el impedimento de acceder al cuidado en jardines maternales, las hermanas mayores quedan al cuidado de sus hermanos más pequeños, lo cual muchas veces deriva en deserción escolar, en la asunción de roles y responsabilidades que no le competen por la edad y por lo tanto, se profundiza la desigualdad.

Nadie puede estar a favor del aborto, así como tampoco nadie puede estar a favor de la cantidad de mujeres que cada año mueren por abortos ilegales realizados en condiciones de precariedad sanitaria. Ni mucho menos podemos dejar de pensar en los niños/as que quedan solos ante el fallecimiento de su madre por un aborto clandestino. En ese sentido, hay que destacar que el más afectado por este problema es el sector de mujeres más vulnerable de la sociedad por su condición socioeconómica. Es necesario el fortalecimiento de las políticas públicas de género, la participación de los parlamentos locales y el debate en el Congreso de la Nación sobre la despenalización del aborto.

Saludamos la iniciativa del gobierno provincial de realizar capacitación de docentes en educación sexual y salud reproductiva, pero a la vez tenemos que remarcar que no existe una capacitación continua y permanente de los trabajadores del área de salud municipal en estos temas, teniendo en cuenta que existe mucha circulación del personal, profesionales residentes, practicantes, médicos, enfermeros, por lo que la capacitación debe ser constante.

Estamos convencidos de la necesidad de insistir en la prevención y educación para evitar los abortos, pero no alcanza con la política de distribuir preservativos sin articular las acciones de las distintas áreas del municipio que intervienen en esta temática a través de programas integrales que tengan una mirada global del problema.

Por último, hay que destacar con preocupación que desde hace un par de años desaparecieron los espacios físicos desde los cuales se realizaban las Consejerías en Salud Sexual y Reproductiva. Se realiza la consejería en el consultorio o en la sala de espera, pero no existen más los ámbitos propios.