De los viajes recuerdo/ la sombra antes partida en los ojos,/ las rutas trazadas por el búho/ envuelto en la nostalgia dulce/ de unos gestos reflexivos,/ ensimismándose entre tonos raídos/ y estertores de los estantes.//

Otras cintas bordadas con membranas/ de la penuria abrirían/ la diferencia entre un mundo perfilado/ por las fronteras que atravesaríamos/ sesgadamente viendo fumar/ al "saci". El duende negro/

de la pipa con una pierna sola,/ de pie entre las fortalezas suntuosas/

de la noche: volutas del humo/ para los mapamundis de la nada.//

"¿Dónde estará Estambul?", preguntabas/ en los trenes hacia el Este/ para que el aire tronara/ la respuesta que nunca llegó,/ tampoco el asesinato del coro,/ el coreo de pie quebrado de sílabas/ largas o breves, afinadas con la hiel/ transformándose en melaza.//"

¡Era la "Península de Crimea"!,/ dijo tu cabeza por lo abajo/ entrevisto el Mar Negro/ con la fronda de lechuzas y las barcas,/ el perímetro de la circunferencia/ en las líneas de flotación/ de la palabra "ja bo ti caba":/ el elixir de sus fragmentos, adentro/ del saúco, en la médula de las cañas,/ las fibras del corazón de las letras/ de la quinta del Benteveo Amarillo/ que intuyeran bien tus dedos/ golpeando deseosos/ dibujos y tesoros:/ rincones de la mesa,/ olitas de agua sagrada.