"Contentos y entusiasmados" se manifestaron ayer los alumnos de varias escuelas que participaron del acto central en el Normal Nº 34 "Nicolás Avellaneda" (al que todos siguen llamando Normal número 1). Las ganas de volver a la escuela se reflejaron en cada uno de los rostros de los alumnos, que volvieron a vestir sus uniformes blancos, azules o rojos. Esos colores, acompañados del celeste y blanco de las Banderas de ceremonia frente al escenario, pintaron la mañana en el ingreso de la escuela donde también había padres, madres y abuelas que acompañaron a los niños en el primer día de clases.

El ritmo de la ciudad se alteró por la vuelta a clases. Más tránsito, colectivos repletos, taxis con más demanda y la postal de los frentes de colegios con autos estacionados en doble fila dieron cuenta del impacto urbano de la vuelta a clases. La dirección de Tránsito de la Municipalidad organizó un operativo en algunas instituciones para ordenar el ingreso y estacionamiento de vehículos, pero la costumbre de dejar los chicos en la puerta de la escuela fue más fuerte.