Rolando Schiavi se esforzó el lunes por la noche para no jugar el domingo con Argentinos. No por el rendimiento deportivo que lució ante Independiente, sino por todo lo que pegó en el cuarto de hora final del juego con el rojo de Avellaneda. El Flaco primero le tiró un codazo a Gracián en mitad de cancha, pero el árbitro Mauro Vigiliano dejó seguir jugando. No conforme con la omisión del juez, el defensor leproso embistió minutos más tarde contra Patricio Rodríguez, al cruzarlo abajo en mitad de cancha, acción que Vigliano tampoco sancionó con tarjeta. Tras dos intentos fallidos, Schiavi perdió la paciencia e hizo explícita sus intenciones al reclamarle verbalmente el cartón amarillo al árbitro. Pero el hombre de negro se mostró benévolo, le respondió con una sonrisa, y dejó que Schiavi siga en cancha. Aunque el ex Boca no tendrá una tercera oportunidad. Porque no tocó la pelota en los últimos tres minutos y Vigliano pitó final sin que le muestre el cartón amarilla que tanto había buscado, que lo hubiese excluido del partido del domingo por llegar a la quinta amonestación. Schiavi no quería jugar con Argentinos para garantizar su presencia en la 7ª fecha, cuando le lepra visite a River el sábado 26 a las 20.20.