"Me considero una persona normal, militante del Partido Socialista, que me ha tocado encarnar distintas responsabilidades desde muy joven. He representando al partido en la Internacional Socialista, en la Federación Universitaria Argentina, como decano de la Facultad de Ingeniería, como secretario de Gobierno en la primera intendencia de Hermes binner, como diputado y senador nacional. Sigo haciendo una vida de vecino, llevando a mis hijos al colegio, haciendo deportes, jugando al fútbol y haciendo una vida de familia. Es un orgullo y una responsabilidad, un alto honor haber sido el primer senador nacional después de Alfredo Palacios. No soy gorila. El socialismo popular desde 1972, que echó andar una utopía, siempre conectó lo nacional, lo popular, lo democrático, siempre fue un socialismo con cabeza propia, con identidad argentina".