Si bien las mujeres y los niños detenidos significan el 5 por ciento del total de presos en la provincia, estos grupos están expuestos a situaciones "irregulares". Santa Fe tiene poco más de 80 jóvenes privados de la libertad, de los cuales 45 están alojados en el IRAR --instituto que la gestión socialista prometió cerrar, cuando el ex gobernador Hermes Binner asumió en 2007--. Desde la CTC aseguran que allí son "constantes las denuncias de torturas y apremios por parte de la policía, al momento de la detención. Sin embargo, éstas no derivan en investigación alguna de las autoridades políticas ni judiciales". El resto de jóvenes están distribuidos entre el Penal Juvenil (una decena de menores) dependiente de la cárcel santafesina de Las Flores, y el resto permanece en distintas comisarías.