"Me parece un retroceso no haber enviado a Extraordinarias la ley que cierra cabarets y whiskerías. Estábamos entusiasmadas con la posibilidad de que sea el propio Ejecutivo el impulsor de esta política, con un proyecto de una legisladora oficialista y con otro de un diputado peronista. Por eso no entendemos qué fue lo que pasó". De este mdodo recibió ayer la noticia de la postergación del envío del proyecto que tiene media sanción de Diputados la concejala radical María Eugenia Schmuck.

La edila es autora de un proyecto de ordenanza que promueve el cierre de cabarets y whiskerías en Rosario y opinó que "avanzar con este proyecto que ya contaba con media sanción en Diputados, hubiese sido una buena señal en la lucha contra la trata".

"De las chicas rescatadas en los últimos años por la Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata, el 72 por ciento estaban esclavizadas en locales nocturnos como whiskerías, pubs o pools, habilitados por municipios. Es cierto que con esta medida no se erradica definitivamente el problema de la trata, pero es una decisión necesaria que ayuda a combatir este delito", sentenció Schmuck.

La concejala señaló que "en el delito de la trata interviene una larga cadena de actores: regentes de prostíbulos, reclutadores y proxenetas, entre otros. Y los lugares de explotación más frecuentes son cabarets y whiskerías".

Para Schumuck, "en la Argentina los prostíbulos operan bajo otras denominaciones eufemísticas como café bar, casas de té, night club, cabarets y whiskerías, entre otros, y las legislaciones locales los toleran. Cerrar cabarets y whiskerías es una deuda pendiente en Rosario y la provincia y éste era el momento de avanzar también con esto".