Con una vasta trayectoria como músico, compositor y docente, Carlos Quilici es un integrante más del Mutar, el movimiento que nuclea a buena parte de los impulsores del tango en la ciudad. Un movimiento que, esencialmente, reúne a muchos de los jóvenes artistas que hoy le dan vida a la escena en la ciudad y la región. "Soy parte también del Mutar y me siento gratificado apoyando lo que hacen estos chicos por el tango. Es necesario", refiere Quilici, que desde su experiencia avisa: "Hoy hay menos prejuicio. Pero lo que también ocurre es que hay menos conocimiento. Hay que faltarle el respeto al tango pero también hay que conocer lo que hay, para después faltárselo. Ahí está el juego. Hay gente que se anima a hacer cosas nuevas, y son bienvenidas. Pero siempre conociendo lo que se hizo antes. Si querés llegar a algo, primero tenés que conocerlo. Yo soy partícipe de éso, y lo hablamos siempre con Leonel Capitano: incentivamos a los chicos a que escuchen, porque el tango es un universo inmenso. Se están abriendo muchos palos, muchas búsquedas distintas. Hay gente que por ahí hace algo más imitativo de algún estilo, que es una manera de aprender, y después van tratando de generar su propio rumbo".