El consumo colaborativo pretende reinventar la manera tradicional de consumir, dejando de lado el modo individualista y utilizando plataformas digitales que eliminan los intermediarios. De hecho, en el mundo está surgiendo una importante cantidad de sitios de internet en los que es posible practicar el trueque de libros, videos, CDs, ropa y otros artículos que una persona o familia ya no utilizan, por otros que sí consideran de utilidad. Se trata de un intercambio que se lleva a cabo entre desconocidos y que lleva implícita una cuota de confianza. Es posible realizarlo a una escala masiva gracias a la tecnología que conecta a miles de usuarios entre sí, en forma simultánea.

En otros campos como el alquiler de vehículos o la realización de viajes no se trata de intercambiar sino de compartir. El surgimiento del consumo colaborativo según especialistas, es en parte fruto del ingenio ante la crisis económica mundial, que vio necesario reemplazar la propiedad individual por el consumo compartido.

Por otra parte, el hecho de que internet elimine intermediarios hace posible que tanto una gran empresa como un pequeño productor se comuniquen con potenciales consumidores y tengan las mismas chances de ofrecer sus productos. En este punto específico reparó la llamada Mision Antinflación, liderada por Juan Monteverde.