Carlos Lombardi es abogado de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos, que funciona hace más de un año y medio en el país y ya patrocina casos en varias provincias. En diálogo con este diario habló sobre el suceso de Esperanza. "Toda esta problemática de abuso del clero católico se puede trabajar en tres escenarios o planos: el penal, con denuncias ante una unidad fiscal, pero depende del tiempo transcurrido desde el hecho, aunque hay un antecedente en Entre Ríos de la no prescripción de estos casos; el canónico que es el que se está trabajando en este momento con la declaración de la víctima (Andrés) ante autoridades eclesiásticas; y el civil que tiene que ver con posibles consecuencias". En ese sentido, relató que en el caso, se optó por empezar por el plano canónico para "ver a qué resultado llega esa investigación". Sobre la denuncia de la víctima a través de emails, el letrado consideró que cuando se tomó conocimiento del hecho "fue cuando estas personas se dignaron a llamar para saber quién era y cuál era su problema; y una vez que declaró salieron a los medios con un comunicado. Es una actitud con sabor agridulce", planteó. Y lamentó que si bien se habla de un apartamiento del cura Brizzio, no se sabe "dónde y bajo qué control está; cómo sabemos que sea un lugar donde haya niños o jóvenes; qué garantías procesales se le darán a la víctima. Hace un tiempo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le advirtió al Vaticano sobre el comité de los derechos del niño", señaló.