Tres bombas molotov fue lo que encontró Rocío Gregorio, de 24 años, la madrugada del 6 de marzo, mientras dormía en su casa y escuchó ruidos en el frente, que la despertaron. Horas antes, su ex marido, a quien ya denunció una veintena de veces en la Fiscalía Regional, la había llamado para hablarle de manera cordial, acerca del divorcio. "Me pareció raro que hablara así, no me insultó ni nada. El había dicho que no quería divorciarse y de repente, ese llamado", dijo la joven, que sospecha que él dejó las botellas incendiadas, que tuvo que apagar con el extinguidor de su auto y que "nadie peritó" hasta ayer, pese a que hizo la denuncia y esa madrugada llamó al 911. En diciembre pasado, Rosario/12 relató el calvario de la muchacha, que se separó de Angel René C., por violencia de género. Pero si bien la justicia libró dos prohibiciones de acercamiento, él continúa hostigándola. Ayer, dijo que hizo la denuncia al día siguiente, pero "ni la policía, ni los bomberos" fueron a ver las botellas que aún tiene tiradas en el patio de su casa, y cuidando todo para que puedan hacerse pericias. Además, contó que anteayer la volvió a llamar y atendió su mamá, a quien le dijo que lamentaba lo que le había sucedido a Rocío, pero aclaró que él no tenía nada que ver con eso. La mujer, espera que hoy se realice la pericial sobre las bombas; y al mismo tiempo dijo que aún espera un llamado de la Fiscalía Regional.