La combi que trasladaba a los dirigentes de Central a cancha de Nueva Chicago fue atacada a piedrazos por barras del equipo de Mataderos a pocas cuadras del estadio. La delegación canaya debió protegerse bajo los asientos al caer las piedras que rompieron ventanillas. A pesar de la cercanía al estadio, y que el sector estaba vallado, no había policías al momento de la agresión. "Cuando aparecieron los policías se fueron todos corriendo. Pero ya habíamos pasado un muy mal momento, aunque por suerte no hubo heridos", expresó el vicepresidente Ricardo Carloni. Para evitar ser emboscados a la salida de la cancha, como medida de seguridad los dirigentes decidieron emprender el regreso a la ciudad al comenzar el partido en Mataderos, por lo cual no presenciaron el triunfo de los canayas ante el torito. "Hubo amenazas, se vivió un momento de mucho nerviosismo en la combi", lamentó Carloni.