Entre el uso de pirotecnia y situaciones de violencia, la Navidad acumuló en las guardias de hospitales a treinta y tres personas heridas. No obstante, desde la Secretaría de Salud ponderaron que la cifra ha sido menor que en la misma festividad del año pasado. De cualquier modo, la noche fue sangrienta y fatal, habida cuenta de que también en la ciudad hubo cuatro homicidios. Entre la medianoche del jueves y las ocho de la mañana de ayer, los médicos de guardia en los efectores públicos atendieron a quince personas heridas por accidentes con manipulación de artículos de pirotecnia. El más grave de todos afectó a un bebé de 1 año, que sufrió una lesión en uno de sus ojos y desde el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, fue derivado e internado en el Hospital Centenario. La subsecretaria de Salud Municipal, Silvia Marmirolli, dijo que "los números son menores a los del año pasado, pero con el agravante de las muertes", en alusión a los asesinatos. Por otra parte, el informe añadió que hubo siete personas apuñaladas y otras once baleadas. En todos los casos, no habría riesgo de muerte pero bastaron para sumar trajín en las guardias médicas de la madrugada. Asimismo, los inspectores municipales remitieron al corralón 22 vehículos por sanciones varias. En 13 de esos casos, los conductores dieron alcoholemia positiva.