¿Cómo anda, lector?, ¿festejando? Claro, por ahí hoy es su cumpleaños, ¿no? O, por ahí, el domingo pasado no pudo reunirse con su madre, y “lo pasaron para hoy”. O es usted un fanático de la tele y decidió que “tooodo el mes de octubre” iba a ser una gran celebración por los sesenta años de la televisión argentina, ¿por qué no? ¿O es usted de Escorpio y tiene por costumbre festejar cada vez que se llega “la época del año de su signo”. ¿O sigue festejando el 12 de octubre, ya sea por el “Día de la Raza” (si es usted racista) o el “Día del respeto a la diversidad cultural”, si es usted respetuoso, diverso, y/o culto?

¿O estará usted festejando el 17 de octubre?, ¿es usted leal y/o peronista?, pues tanto los leales en general como los leales al general, festejan ese día.

¡Y, por qué no, octubre es además un mes primaveral!

Fíjese todo lo que hay que festejar en octubre. Y si quiere, agréguele el cumpleaños de Perón, el de María Julia, la Asunción de Illia ( 63), el Día del Odontólogo (Cámpora lo era), el Día del Camino (que se hace al andar), el Día del Teatro Rioplatense (nada que ver con declaraciones de Tabaré Vázquez), el Día Mundial de la Arquitectura, el Día de la Danza, el Día del Psicólogo (ese día hay que llevarle un regalo a su psicoanalista, está muy bien llevarle un chiste, un sueño, un lapsus o un acto fallido, pero con la condición de que lo pueda cambiar si ya lo tiene).

También en octubre se puede festejar el Día de la Cooperadora, el Día de la Mujer Rural, el Día Mundial de la Alimentación (ese día es glorioso, por decisíón del Congreso, durante esas 24 horas la pizza, el chocolate, los huevos fritos, las empanadas y el dulce de leche no engordan).

Incluso tenemos en octubre un Día Mundial de la Información sobre el Desarrollo (el tema de la pubertad, y eso). Y, al final final, el Día Universal del Ahorro (sospecho que ese día Mingo Cavallo no querrá ser visto por nadie o, al menos, por ningún ahorrista que casualmente esté festejando).

Se da cuenta, lector, de todo lo que hay para festejar en octubre. Pero además, este año, elegimos presidenta (si alguien cree que hacemos propaganda electoral, le recuerdo que hay más de una candidata). Y entonces, los argentinos vamos a tener algo más que celebrar, vamos a saber, mañana seguramente, los nombres de nuestros próximos mandatarios.

Y por si esto fuera poco, se van a terminar, por un tiempo, esos spots televisivos donde un tipo te dice “tu voto, mi wifi”, otro le avisa a la presidenta que ella va a ganar las elecciones pero él no le cree, un marxista nos pide un milagro, otra nos avisa que no está corrompida por el poder (que no ejerció), y así. No es poco.

Por eso, lector, festejemos. Cada uno sabrá por qué, por quién y por dónde.

Nos vemos la semana que viene.