Sábado, 15 de octubre de 2016 | Hoy
Por Rudy
¿Cómo le va, lector, cómo está? ¿Cómo la va llevando? ¿Cómo anda? ¿Tiene respuestas sustentables para al menos una de estas preguntas? Si así fuera lo consideramos un afortunado, lector. Porque en nuestra experiencia, personal, grupal, sectorial, y diría casi sociológica, advertimos cierto registro del pasado ( según el relato de cada uno), una mínima noción del futuro (“negro”, “penoso”, “ vamos a volver” “El futuro no existe, son los padres”; pero muy poca concepción del presente.
Nadie sabe, lector, nadie sabe.
Cuando yo era chico, había una canción (Vagabundo) que decía “qué importa saber quien soy, ni de dónde vengo ni por dónde voy”, la cantaba el Trío Los Panchos (existe una versión nueva, de Bahiano). Y Manal cantaba: “No importa saber de donde vienes, los importante es adonde vas”, en “No Pibe”. Y Serrat “no se sentía extranjero en ningún lugar”, a pesar de que Albert Camus generaba debate con su novela “El extranjero”, que después Luchino Visconti llevo a la pantalla, con Marcelo Mastroianni de protagonista.
Al mismo tiempo Pepe Biondi nos hacía reir con ese “¿dónde estoy, donde me pongo?”
O sea, se hablaba del “ser, el estar, el ubicarse”, en las artes, en la filosofía, y hasta en el humor
Hoy, todo virtual. ¿Estamos o no estamos ya en el segundo semestre? ¿Llueven dólares, o tenemos sequía total, con yaguaretés que salen a la superficie a ver si consiguen algo que morfar, y nos confundimos esos “de 500” con los de 5?
Dicen que al gobierno “hay que darle tiempo” ¿Cuanto tiempo? ¿Cuatro 4 años, toda la vida, un minuto? O…
¿Hasta que el Comité Central Confederal de la CGT decida convocar a una reunión del Comité Ampliado, para que este a su vez reúna a los Subcomités de Delegados Regionales, los que podrían invocar un plenario de Delegaciones Sectoriales, que proclamarían la urgencia de un Coloquio General para que desde allí las voces de los trabajadores reclamen la inminente necesidad de que si el gobierno no da una respuesta, aleatoria, trascendente o inmanente a los reclamos, se convoque a nueva reunión para que evalúe la posibilidad de una Jornada en la que se postule la posibilidad de llamar al diálogo, que, si no es adecuadamente resuelto, podría dar lugar, si las mayorías absolutas así lo deciden, a una nueva convocatoria de delegados, los que podrían llegar, en caso extremo, a proponer una medida de fuerza?
¿Será así, lector?
Una confesión cuasi personal, lector: acabo de cumplir años. Lo digo, porque usted entenderá que suelen ser los cumpleaños los momentos en los que uno hace un balance. En mi caso se lo encargué a mi contador, que para eso le pago. Él me dijo que se lo encargase a mi psicoanalista, que para eso le pago. O sea que, ya se lo puede imaginar, lector, tuve que terminar haciéndolo yo mismo. Mi contador lo firmó, mi analista dijo “ajá” y yo les pagué a los dos.
Pero en ese balance lo que verifiqué es el paso del tiempo. Y como cambió todo. El sexo ( antes era presencial) , las palabras ( cuando yo era chico “ el celular” era el camión de la policía) y la políticas (antes se hacía con gente en la calle.
Todo parece ser virtual, ahora, y como tal, vacío de cierta experiencia, de cierto contenido. No es lo mismo tener 100.000 personas en la calle reclamando, que 100.000 seguidores “retuiteando al capital” ¿Sería esa la nueva marcha peronista, versión MM? : “Por ese gran amarillo/ que se supo conquistar/ a la gran masa de votos/ retuiteando el capital”?
¡Uppppps, Mala nuestra!
Los políticos usan las redes sociales. Y ya llamarlas “ redes sociales” es hablar de algo que parece otra cosa. Hace unos años, uno llamaría “red social” al club, el vecindario, el local partidario, el templo, el grupo de terapia, la mesa de café, el consorcio, la familia,
Ahora, todo pasa por las redes. Hasta te espían, Mas que eso, saben lo que querés antes de que vos mismo lo sepas. Pueden hacer reuniones “multitudinarias” sin nadie. Y mientras unol está en la calle, ellos siguen, haciendo como si existieran, dentro de sus compus celulares, tabletas, y todo eso
Seguramente con la política virtual vamos a estar todos bien, vamos a ser felices, porque si no somos, bastará un emoticón para que el mundo crea que sí; vamos a comer aunque no comamos, a tener relaciones sexuales aunque no las tengamos, y a votar aunque no votemos. Y a eso lo llaman “futuro”
Bueno, Mariu ya lo dijo, hace un año, o dentro de un año “Vamos a cambiar futuro por pasado” ¿Se acuerda lector?
Bueno, mañana es el día de la madre, así que puede enviarle un @beso o un #regalo, ¿no? Y el lunes, el 17, mientras muchos recuerden el día de la lealtad, otros, en la “Histórica Plaza Virtual”, podrán tuitear y retuitear, “Mauricio, Gabriela, la patria financiera!”¡ y ¡Arrobar, arrobar, arrobar!
Y tod@s felic@s
Hasta el sábado que viene, lector.
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