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Me llamo Valeria y soy biológicamente un hombre, si dijera lo contrario estaría loca. Si dijera lo contrario sobre lo primero y sobre lo segundo. Pero lo segundo no quita que me identifique con todo lo femenino.

A lo largo de estos 26 años fui forjando una personalidad con la que me siento cómoda, por la que me muevo por el mundo y con la que me expreso más sinceramente. Femenina. La ropa, el corte de pelo, las uñas, el maquillaje es parte de eso, sí. En la fantasía de los demás debe pasar que uno entra por una puerta y sale por otra de determinada manera. Vestida, producida, respondiendo a un capricho, a un acto de tra-vestirse, así como la palabra suena, que dice menos de lo que en verdad es. Que parece que todo es cuestión de ropa. Yo puedo decirles que la manera de sentir siempre fue la misma, con las distintas evoluciones y etapas que va pasado cualquier persona. Fui formando esta personalidad con el tiempo, no fue un cambio de un día para el otro. Todo fue muy paulatino. Cuando era chica, mi mamá me compraba ropa acorde con el sexo con que nací. No era la ropa con la que entonces yo me sentía cómoda. Busqué el modo de ir haciendo la transición. Mis padres me pidieron que esperara a terminar la secundaria para que el cambio se hiciera visible. No es lo que me gustó, ni lo que digo que haya que hacer, pero cumplí con eso. Cuando empecé a comprarme mi ropa, igual, siempre le di mi toque personal y siempre fue más femenina que masculina. Ser mujer no pasa sólo por la ropa; hay gente que pone un hincapié en la vestimenta, que en realidad no es lo mas importante.

Lo más importante es cómo en definitiva te sentís y cómo llevás esa ropa. Por eso, hoy, si me pongo un jean y una remera para ir a trabajar al restaurante donde ahora trabajo, no dejo de ser Valeria.

Considero que todos somos un mismo universo: por supuesto que hay características, gustos y cosas materiales como la ropa, el maquillarse, distintas cosas que tienen que ver más con las mujeres que con los hombres.

Desde lo exterior, lo visible, me identifico totalmente con eso. Me gusta arreglarme, maquillarme, estar linda. ¿Soy interiormente una mujer?

No conozco el interior exacto de un hombre, ni el de una mujer. Es un tema muy discutible, muy íntimo de cada persona.

Esto es muy claro para mí. Me parece totalmente válido que cada persona, tanto hombre o mujer o lo que quiera ser, se juegue por su estilo de vida que lo hace más feliz, que lo haga sentirse más cómodo para integrarse de esa manera en la sociedad. Eso no tiene vuelta de tuerca. Yo sé lo que soy y me muevo de esta manera.

Si yo usara traje, corbata, pelo cortito, les estaría mintiendo a todos.

Nunca podría ser feliz. No sería yo.