“La diversidad sexual también tiene temas pendientes en su agenda: el derecho a la identidad para las personas trans e intersex, el reconocimiento igualitario de los hijos e hijas nacidos antes de la ley de matrimonio y la ejecución de políticas públicas especificas para nuestra comunidad que garanticen una verdadera igualdad de oportunidades y trato. Pero sabemos que no es lo mismo esperar, que haber recuperado la esperanza. Por eso estamos convencidos/as de que la única posibilidad de seguir avanzando es con la continuidad del proyecto que encabeza Cristina.” Esto es parte de lo que puede leerse en el documento que fundó la agrupación Movimiento de Familias Igualitarias para lanzar la campaña “¡Sí, quiero! Cristina 2011”, destinada –huelga decirlo– a apoyar la candidatura a presidenta de Cristina Fernández por convencimiento propio y también como reconocimiento a un logro que cambió la vida de estas familias y que sin duda seguirá modificándolas. “La igualdad jurídica para las parejas del mismo sexo, alcanzada con el Matrimonio Igualitario, es el maravilloso resultado de una lucha histórica, encabezada por el movimiento de la diversidad sexual con el apoyo de diversos sectores políticos, y el decisivo aporte de Néstor y Cristina, sin quienes hubiera sido imposible esta histórica reforma del Código Civil.” Entre los matrimonios que se sumaron a la campaña, por ejemplo, está el que forman Ariel y Edgardo que están a punto de convertirse en la primera pareja en conseguir una adopción conjunta para el niño que tienen en guarda desde hace cuatro años. También volvieron a decir ¡Sí, quiero! Silvina Maddaleno y Andrea Majul de la mano de sus tres hijos para quienes es urgente el reconocimiento legal del que habla el documento de la campaña ya que al haber nacido antes de la modificación del Código Civil sólo es legal el vínculo con una de las madres. Lo paradójico es que si tuvieran otro hijo éste sí tendría derecho a gozar de la protección legal de las dos madres. Para ellas, aun cuando esté pendiente este reconocimiento de los hijos e hijas de parejas del mismo sexo nacidos antes de la ley de matrimonio, hay una garantía de que será posible con la continuidad “del proyecto nacional y popular”.

Si la modificación de la ley de matrimonio es un hecho cultural que está cambiando el imaginario de argentinos y argentinas, esta campaña también puede ser leída como un eco de ese cambio que la vida cotidiana registra a diario.