Anoche, mientras me revolcaba en la cama con mi novix, no puede evitar fijar la mirada en la pantalla de la tele. Se había terminado el DVD de Queer as Folk, y de la nada apareció Chiche Gelblung jugando con su chiche viejo. Hablaba, otra vez, de la pasión de los argentinos por los travestis, así las llamaba él. Las preguntas de siempre, el testimonio de las chicas contando que los clientes lo primero que le agarran es la parte de adelante; vecinos asqueados porque las travestis ensucian y no es un espectáculo para sus hijos. Las cámaras acompañaban el disgusto a una travesti trabajando a las 6 de la mañana, hora en la que se suponía que ya tendría que estar durmiendo, porque a esa hora salen lxs padres de familia de sus hogares para llevar a lxs chicxs al colegio. Esta podredumbre se emitió al otro día de la Marcha del Orgullo, donde nos focalizamos en el avance hacia la ley de identidad de género. Ver ese programa en la tele era como vivir la contrapartida de la democratización de las ideas y la libertad sexual, en menos de 24 horas. ¿Pura casualidad o bajada estratégica de ideología? Porque la nota, se nota por el frío, fue grabada en invierno, pero emitida recién ayer por Canal 13.

Facundo R. Soto