Vie 31.01.2014
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GIRO A LA DERECHA

Un pasito para atrás

Boti García Rodrigo, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, se define como una activista de calle. A pesar de ello, figura, según el diario El Mundo, entre lxs 500 españolxs más influyentes para el 2014. En esta charla con SOY, que tuvo lugar el día que se aprobó una modificación retrógrada a la ley del aborto, explica cuánto ha retrocedido España en materia de derechos humanos en tiempos de Mariano Rajoy.

› Por Gustavo Pecoraro

Desde Madrid

Acaba de aprobarse la reforma que significa una vuelta a la legislación de 1985 y que autoriza la interrupción del embarazo sólo en caso de “peligro para la salud física o psíquica de la mujer” o “violación”. Mal día para una entrevista, ¿verdad?

–Mira, venimos de varios malos días pero la Felgtb nació en 1992, y llevamos más de 21 años luchando por los derechos LGBT. Nacimos como un sueño, como una utopía, y hoy en día estamos enfrentando a un gobierno con el que peligran nuestras conquistas, las nuestras y la de toda nuestra sociedad. Cuando nos fundamos éramos cuatro asociaciones (Cogam, de Madrid; Lambda, de Valencia, y un par de Cataluña) y nuestra idea era muy simple: la unión hace la fuerza. Fíjate cómo la unión ha hecho la fuerza, que hoy somos 50 organizaciones, y durante todos estos años hemos logrado muchísimas conquistas y hemos sido la fuerza para cambiar el mapa de los derechos lgbt de este país.

¿Cuáles son los peligros en España específicamente para el colectivo LGBT?

–Tenemos dos estudios muy importantes hechos junto con el colectivo de Madrid Cogam. Uno es el estudio de acoso en la escuela, y el otro el de discriminación en la sociedad. El primero demuestra que la escuela no es segura para nuestrxs jóvenes LGBT. Y esto es así porque el gobierno del PP no está llevando con responsabilidad los contenidos educativos, de estudio, y de respeto de la diversidad. Nuestro estudio sobre discriminación en la sociedad refleja que casi el 45 por ciento de las personas LGBT se ven discriminadas en su vida cotidiana, al ir a alquilar una vivienda, al ir a comer a un restaurante, al ir a trabajar, en un banco, etcétera. Sigue existiendo un 31 por ciento de discriminación en el ámbito laboral. ¡Y un 76 por ciento se da en el ámbito educativo! Nos queda por conseguir –nada menos– que la consecución del camino de la igualdad legal a la igualdad real, y en estos tiempos de gobierno de Rajoy vemos que debemos redoblar las fuerzas para lograr esto, e incluso sostener las conquistas.

¿Qué sentís como activista ante esta reforma de la ley del aborto?

–Con la aprobación de esta reforma están llevando a España a la cola de Europa y de muchos países del mundo en materia de derechos para las mujeres. Estamos sufriendo discriminación como personas LGBT, como mujeres, como colectivos vulnerables. Un ataque insoportable. Lo que no sé es cómo no armamos una especie de revolución, cómo estamos aguantando tanto con el nivel de ataque que nos hace la derecha.

¿Qué pasa con la participación de la juventud?

–Tenemos jóvenes críticxs con la clase política, pero que no se mueven contra ellos. En cambio, afortunadamente tenemos la juventud más concientizada, que se articula en la lucha por las reivindicaciones. Jóvenes verdaderamente sensibles por las acciones represivas y retrógradas y que encabezan los movimientos de protesta de lucha ciudadana como el M15. Yo confío mucho en esta juventud. No sólo en la juventud LGBT, sino la juventud en general que ansío que pida el relevo político. Es imprescindible el relevo.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (esposa del ex presidente Aznar), amenaza con desplazar el Orgullo del tradicional barrio de Chueca a las afueras de Madrid, a uno de los terrenos abandonadas donde se iba a construir Euro Vegas, del millonario de EE.UU. Sheldon Adelson.

–Por primera vez debemos decir que este año peligra la realización de las fiestas del Orgullo. Que quede claro: marcha va a haber. La política nefasta del Ayuntamiento de Madrid nos multa cada año por los decibelios (los volúmenes de ruido que producen los conciertos que se ofrecen al aire libre y la gente en las calles). En 2011 con 35.000 euros, en 2012 con 42.500 y en 2013 con 159.802. Multas que no aplican a por ejemplo los eventos deportivos, o a las misas masivas que realiza la Iglesia en las plazas y al aire libre. Está claro que quieren mandarnos lejos para que “no molestemos a los ciudadanos de bien”. A este Orgullo le quieren poner mordaza, como les quieren poner mordaza a tantas cosas.

¿Y con tanto referente LGBT ocupando cargos en los partidos políticos las cosas no tendrían que ser distintas?

–Una de las mejores cosas que ha sabido hacer la Felgtb y que creo que también lo ha hecho la Federación Argentina (LGBT) es apoyarse en los políticos, tener relaciones para conseguir permeabilizar la política de nuestra realidad y de nuestras reivindicaciones. Nosotros iniciamos conversaciones con los partidos de la izquierda del arco parlamentario y conseguimos que personas representativas de nuestro movimiento se posicionaran allí. Tenemos a Pedro Zerolo y a Carla Antonelli dentro del PSOE, yo misma dentro de Izquierda Unida, y representantes LGBT dentro de otros partidos políticos, con la idea que fuéramos una especie de quinta columna –en el mejor de los sentidos– para transmitir a todo el cuerpo del partido la necesidad de contemplar nuestras reivindicaciones. Creo que lo hicimos muy bien. No sólo nos sentamos en la mesa con ellos, sino que les pusimos sobre la mesa nuestros reclamos: tiene usted que atender a estas cuestiones. Pero además, impregnamos con nuestra visibilidad todo el entramado político, y eso hizo que la sociedad al vernos desde ese lugar se sintiera identificada con la reivindicación. Creo que la Felgtb en tiempos muy difíciles supo permeabilizar a la sociedad –casi como una lluvia fina, persistente y continua– al hablar y hablar e insistir con un discurso absolutamente nuevo de enfocar nuestros derechos como derechos humanos.

Eso fue espectacular.

Ahora existe una vulneración de los derechos LGBT a nivel mundial.

–Retrocesos legales, asesinatos, ataques en distintos países. Y debemos plantarle cara. Lo más inmediato es la denuncia contra la homolesbotransfobia en los Juegos de Invierno de Sochi en Rusia, donde vemos una escalada tremenda en criminalización al colectivo LGBT. Pero también denunciar los retrocesos legales en Nigeria, Uganda, India y algunos países de Latinoamérica. La pancarta de la marcha del Orgullo de este año va a llevar una consigna que refleje la defensa de los derechos LGBT en el ámbito mundial. Por eso quiero destacar nuestra relación fraternal con lxs compañerxs de la Federación Argentina LGBT, que a pesar de haber un océano de por medio estamos agarrados de las manos, hay afecto, hay trabajo en conjunto. Nos une lo mismo, sobre todo la certeza de que podemos conseguir cosas si luchamos juntxs.

Es una respuesta a la derechización mundial y la reacción contra nuestras conquistas.

–Una respuesta clara, contundente y totalmente necesaria. Porque la reacción de los sectores conservadores, la Iglesia y la derecha es también bien clara. Nos apoyaremos en los medios de comunicación, pero también en el colectivo LGBT porque si bien las personas LGBT saben que tenemos leyes y conquistas, parecería que no se dan cuenta de que estas leyes y estas conquistas están amenazadas y que además en otros países se mata por el hecho de ser lesbiana, transexual u homosexual. Sólo leer las estadísticas de la cantidad de crímenes de odio contra las personas transexuales en el mundo y específicamente en Latinoamérica ya es alarmante.

¿Cómo te preparás para los malos tiempos que vienen?

–No voy a descansar, no voy a estar tranquila hasta que nuestro colectivo alcance la felicidad. ¡Mira qué concepto más sencillo! Cuando veo que una niña o un niño sufre discriminación en la escuela, o cuando matan a una personas trans, o a un homosexual, o cuando dos lesbianas son agredidas, o sufren dificultades para ser madres o que les niegan la posibilidad de alquilar un departamento, cuando veo todo eso siento que aún hay mucho por hacer. Que debo seguir redoblando fuerzas. Que debo ir a la calle a sostener una pancarta y a gritar para denunciar estas injusticias. Vienen tiempos muy malos, vienen tiempos de reacción donde nos quieren mandar a la Edad Media, pero nosotrxs vamos a luchar por mantener nuestras conquistas y nuestra lucha. Las lesbianas, las personas trans y los homosexuales la hemos pasado muy mal en muchos años y aún en muchos sitios seguimos igual, pero creemos que juntxs vamos a plantar cara a todo esto y vamos a salir para adelante.

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