FELICES VACACIONES
Desde agosto de 2014 funciona Oasis, una librería infantil virtual que vende y entrega a domicilio libros de papel. Es un proyecto de Rodrigo Torres y Agustín Toloza –ambos integrantes del colectivo de Varones Antipatriarcales–, con el apoyo de Librería de Mujeres, con el objetivo de poner en circulación la –escasa, joven, bastante inhallable y casi nunca trans– literatura lgbtti dirigida a la niñez a la que se puede acceder en estas tierras. Aquí, algunos imperdibles del catálogo.
Con estética de comic y sólo tres colores –rojo, negro y blanco–, las letras de la sigla lgbtti en este libro se encuentran asociadas a un personaje y su breve biografía. La serie de historietas de la española Susanna Martín y el diseñador gráfico Nac Scratchs apuntan al público adolescente y preadolescente, y también a ser un manual antihomofobia y antitransfobia muy distinto de los materiales pedagógicos sobre diversidad sexual más expandidos. Así lo explica Susanna Martín (coautora junto a Flavia Company de la tira que ha publicado este suplemento ¡No somos hermanas!, y de las novelas gráficas Alicia en un mundo real y Sansamba): “El libro huye del tufo panfletario de los manuales lgbtti, que se parecen demasiado a un manual médico. Retratamos en él a personas que no son las que más aparecen en la literatura infantil lgbtti, como un hombre trans y una chica bisexual, y hemos usado una estética distinta de la del arcoiris obligatorio. Y sobre todo escapa de las típicas historias que te encuentras en cualquier culebrón o telenovela, de lesbianas y gays que lo único que quieren es encontrar novio o novia, casarse y tener bebés, sino que son personajes adolescentes que reflexionan en torno a sus identidades o a sus sexualidades”.
La edición en español de My Princess Boy, del ilustrador Cheryl Kilodavis y la autora Suzanne DeSimone, fue traducida por el ensayista y activista madrileño Raquel (Lucas) Platero. Al niño que protagoniza esta historia le encantan el color rosa y los prendedores brillantes. A veces usa vestido, otras veces usa pantalón, y viste una tiara real incluso para treparse a la cima de los árboles. La historia está narrada desde el punto de vista de su mamá (la escritora Suzanne DeSimone, que ha dedicado el cuento a su propio princesito) y está recomendada para niños de más de cuatro años. Sin embargo, contiene unas ilustraciones que incluso algunos todavía más pequeños pueden entender y disfrutar.
Una familia compuesta por abuelos que son también un poco padres; otra, con todas las letras del matriarcado; una enorme prole de circo en la que hay tíos menores que sus sobrinos, hermanos con edades que atraviesan varias generaciones y lazos por fuera de lo que la sangre delimita son algunas de las formas de familia posibles. Muchas de ellas, muy lejos del esquema claustrofóbico del binomio parental, están celebradas en esta colección, que hasta invita, con sus páginas finales en blanco, a dibujar el propio monstruo familiar. La vida cotidiana, el mundo particular de estas formas diversas de tejer lazos y el cuidado de los unos y los otros son el asunto de fondo de estos libros editados por Librería de Mujeres, tocado siempre con la excusa de estar hablando de otro tema. La colección incluye: El viaje en tren, La más chiquita, ¡Se pegaron los fideos!, Un lobo no tan feroz y Un gato miedoso.
En los libros de No quiero ser princesa... los puntos suspensivos se pueden completar con muchas posibilidades de ser, de estar y de hacer. No hay directivas para jugar, ni feminidad inválida, ni prohibiciones, ni expectativas adultas coartando el mundo de la infancia. Si no, una nena que, por ejemplo, les cuenta a sus amigas la historia de Catalina de Aragón, reina de Inglaterra, otra que se inicia en el fútbol femenino, y otras que se convierten en grandes conductoras: de barcos, de aviones, de naves espaciales o de un país entero.
Ideado por las mexicanas Melissa Cardoza y Margarita Sada –respectivamente, autora e ilustradora de otros libros de la misma editorial que también abordan temas de diversidad enfocados a la niñez, como Las tres Sofías y Mi mami ya no tiene frío–, este libro es el relato de una niña de ocho años que descubre que una de sus tías –la que se llama igual que ella, la que no tiene novio, la que no está ni comprometida, ni casada, ni nada– no es monjita sino lesbiana.
Estos títulos y muchos más se consiguen en el stand 158 que comparten Librería de Mujeres Argentina y la librería Oasis en la Feria del Libro Infantil y Juvenil, que podrá visitarse hasta el 2 de agosto en Tecnópolis (General Paz y Av. San Martín, Villa Martelli). Y también se pueden encargar por Facebook (Oasis, cuentos para niñxs)
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