En julio de 1985 Rock Hudson alumbraba al mundo con una confesión pública: una estrella de Hollywood con sida fue la señal de que la pandemia estaba instalada en el mundo. Treinta años después, en el polo opuesto a EE.UU., Cuba se convierte en el primer país del mundo en eliminar la transmisión vertical del VIH. Ejemplo a seguir.
› Por Gustavo Pecoraro
A pesar del bloqueo económico que los Estados Unidos le impuso los últimos 50 años, Cuba, entre otros logros en términos de políticas sanitarias, se ha convertido en el primer país del mundo en eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH, validación que realizó la Organización Mundial de la Salud a través de un comité internacional de expertxs de distintos países y organizaciones que integraron tres profesionales de la Argentina: el doctor Carlos Falistocco, director del Programa de Sida del Ministerio de Salud de la Nación; la doctora Adriana Durán, de la Coordinación Sida del Ministerio de Salud de la CABA y el doctor Horacio Salomón, director del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (Inbirs) UBAConicet y miembro de la Junta de Gobierno de la Sociedad Internacional de Sida (IAS). Esta excelente noticia abre un escenario mundial a reproducir. Casi 1,5 millón de mujeres viviendo con VIH quedan embarazadas cada año. Estos datos mundiales hablan de que entre el 15 y el 45 por ciento de esas mujeres (dependiendo de países y regiones) pueden transmitir el virus a sus hijxs si no siguen un tratamiento. Un porcentaje que se reduce a un 1 por ciento con la prescripción de antirretrovirales a las madres y a lxs niñxs en las etapas en las que puede producirse la infección.
Lo que Cuba demuestra es que esta transmisión es evitable y deja en evidencia que la escasez de medicación y la mala atención en los servicios de salud de muchos países son los responsables de algo que hace tiempo es posible resolver. La noticia es una cachetada a gobiernos y estados donde los derechos sexuales y reproductivos, y el derecho a la no discriminación hacia las mujeres, son vulnerados por cuestiones políticas y religiosas.
La doctora Adriana Durán y el doctor Horacio Salomón, que integraron el comité de evaluación como invitados, contaron a Suplemento Soy su experiencia. Durán quiso dejar claro que: “La denominada ‘eliminación’ de la transmisión vertical de VIH y sífilis congénita en Cuba no significa que no haya ningún caso, sino que las tasas de transmisión están por debajo de las metas establecidas por la OPS/OMS y Unicef para la región de América latina y el Caribe. Estos resultados son muy importantes porque demuestran que, cuando el acceso universal a los recursos está garantizado, pensar en una generación libre de VIH no es una utopía”.
—Por un lado, Cuba nunca estuvo lejos de alcanzar esta meta porque siempre tuvo control de la epidemia. Por otro, tienen un sistema de salud único, donde se respetan los marcos normativos establecidos por el Estado, que garantiza, además, el acceso universal a los recursos. Un sistema fortalecido con foco en la atención primaria permite ofrecer un control prenatal de calidad, lo cual constituye un elemento clave para disminuir los eventos transmisibles durante el embarazo, el parto o la lactancia. Otra fortaleza del sistema es la disponibilidad de información y registros que han permitido la verificación de los datos por parte del comité evaluador. Este logro es fundamental para la región, y demuestra que la definición de políticas públicas y la rectoría fuerte y sustentable del Estado son ejes fundamentales al momento de evitar la transmisión perinatal del VIH.
El doctor Salomón detalla que se centraron en dos ciudades, tomando La Habana como sede: “Visitamos laboratorios de centros de salud primaria donde se hacen los primeros estudios, también centros secundarios (de internación) y centros de nivel terciario (institutos de investigación). Hicimos un informe desde cuatro puntos de vista. Una comisión de derechos humanos evaluó el acceso de los pacientes y los del personal. Otra comisión evaluó los programas nacionales validando las disponibilidades y acceso de medicación y la atención. Otra estudió la parte epidemiológica en base a estadística de registros a nivel nacional. Por último, estaba la comisión que evaluaba los laboratorios”.
Cada comisión hizo su informe sobre lo observado, los hallazgos y las recomendaciones sobre ciertos desafíos que tienen pendientes en el sistema, y que se presentó a las autoridades cubanas. Agrega Salomón que “el informe final fue a la oficina sanitaria panamericana que estudia el informe y lo pasa a la OMS, que tiene un comité de validación internacional que da el OK a nuestras opiniones. Recomendamos declarar a Cuba como primer país donde se erradicó la transmisión vertical del VIH. Allí la salud es una de las prioridades del Estado y los altos niveles educacionales hacen tomar conciencia de recurrir a los servicios de salud”.
Debido al bloqueo han tenido que comprar equipos en países que no adhieren al bloqueo, a precios mucho mayores: “Esto repercutió en los altos costos que tienen, por eso deben desarrollar productos propios. Tienen un kit de diagnóstico que no puede entrar en los controles externos de calidad que vienen de los Estados Unidos. Por eso generaron sus propios controles de calidad para garantizar los resultados”. Los servicios de salud cubanos integran los programas para el VIH y las infecciones de transmisión sexual con los programas de salud materno-infantil. El resultado es claro: en 2013 sólo dos bebés nacieron con VIH, y sólo tres nacieron con sífilis congénita.
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