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Viernes, 18 de septiembre de 2015

MUSICA

Para nosotros, la libertad

En Broadway y el West End fue la chica deseada de fabulosas comedias musicales tales como Cabaret y Chicago, cantó a Edith Piaf y Jacques Brel. Ahora, la cantante y actriz alemana Ute Lemper vuelve a la Argentina con un espectáculo sobre Astor Piazzolla y Pablo Neruda.

 Por Adrian Melo

Sigue siendo tan sensual como cuando era la deliciosa Sally Bowles o exhibía sus bellas piernas como la fatal Velma Kelly. Es imposible estar frente a ella y no imaginarla interpretando “Rien de rien”, “La vie en rose” o su conmovedora versión de “Ne me quitte pas”. Cuando le explicó que su reportaje se publica en un suplemento de gays, lesbianas, travestis y trans, el mundo de las llamadas diversidades sexuales en el cual genera fascinación y adoración, se sorprende y se echa a reír a carcajadas mientras aprueba, encantada.

Ud. suele revolucionar los géneros en sus espectáculos. ¿Por qué en sus últimos espectáculos eligió los poemas de Pablo Neruda y el tango de Piazzolla?

–Todo lo que hago tiene que ver con una evolución, para mí todo está en evolución. Mi carrera comprende varios capítulos que fueron desarrollándose en diferentes géneros musicales y lo que me interesó de los distintos repertorios que elegí es el componente revolucionario. En esa búsqueda de la revolución y de mi evolución personal me encontré con Astor Piazzolla y también con las letras de Horacio. Como una continuación de Piazzolla apareció Pablo Neruda. Puede aparecer como un experimento un poco loco pero a partir de ahí escribí mi espectáculo y mis canciones.

Brecht, Bukowski pero también las canciones populares francesas, forman parte de su universo artístico. ¿Es siempre una postura política? si tuviera que definirla en pocas palabras, ¿cuál sería esa postura?

–No, no es una postura ni un posicionamiento político explicito en el sentido de partidario. Pero eso no quiero decir que no haya un componente político e ideológico. En realidad todos mis espectáculos tienen un denominador común: mi elección y mi defensa por la libertad. Libertad en muchos aspectos: personal, de pensamiento, de mente, para disfrutar de la vida que a veces está manipulada u oprimida por la sociedad. Y en eso está el componente político. Claramente personajes como Brecht, Bukowsky y Neruda tienen un posicionamiento político distinto en cada caso y de diferente intensidad. Yo me inclino por un concepto o significado mayor de lo político. Por ello no elegí los poemas más políticos de Neruda sino que me concentré en sus poemas de amor, que no son románticos, sino desgarradores y violentos, siempre entre el deseo de felicidad y la imposibilidad de ser felices. Yo apuesto por la libertad social, lo cual me transforma siempre en una suerte de marginal.

¿Por qué cree que produce tanta fascinación entre los gays, las lesbianas y las travestis?

–(Ríe) Quizá por ese sentido de libertad que impregna mis shows, ese liberarse de los prejuicios y trabas sociales con los cuales gays, lesbianas trans tuvieron que luchar. También porque interpreté a ciertos íconos gays y lesbianas de las comedias musicales, del cine, del espectáculo y de la historia. Porque suelo expresar en las canciones que elijo amores desgarrados prohibidos por la sociedad.

¿Qué personaje histórico o artístico que se haya convertido en ícono de gays, lesbianas y travestis le parece particularmente subversivo en la relación entre sexo y política?

–Soy una existencialista, vivo el momento. Me cuesta encontrar una suerte de ídolo o alguien para rendir culto. Por supuesto yo interpreté algunos iconos importantes con los cuales pueden sentirse identificados distintos grupos como Marlene en la República de Weimar. Yo no creo en las categorías de las personas. Creo en dejarse guiar por el corazón y por los instintos, y actuar en consecuencia siempre con un buen corazón. Lo importante es ser sincero, directo y decir las cosas en la cara. La gente hoy en día es tan retorcida, por eso es importante y por eso quizás tenga hoy un componente revolucionario algo tan sencillo como eso.

El cabaret cumplió una función importante en los años veinte en Alemania. ¿Qué papel cumple hoy?

–El cabaret puede llevar a un show mágico y divertido que entretiene pero que también tiene mensajes satíricos y que puede ir en distintas direcciones. Puede tomar una dirección muy barata o muy elocuente. Pero de lo que se trata en las canciones de cabaret sobre todo es de provocar y de poner a prueba el humor y testear los prejuicios de las personas.

Ute Lemper, sábado 26 de septiembre a las 21, en el ND Teatro.

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