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Dos mareas azulantes delimitan un ocaso encendido en la portada del debut homónimo del dúo Ibiza Pareo. Los perfiles de Ani Castoldi y Marina Lagrasta corcovean frente a frente, encontrando la intención de un beso que acaba de ser o de otro que ya llega; ellas dos, que construyeron este primer gran disco entrelazando el amor que se tienen con otro amor, uno que comparten y que también ha de ser sólido como la arena, que es el amor por la música. La música que escuchan, que disfrutan, que las acompaña y repone. Si hace falta hablar de géneros, puede decirse que el sonido del álbum, que fue coproducido con Ismael Pinkler (Carisma, Mezcla), se aproxima al house y al disco y flirtea con el balearic beat (un house amable que suele incluir instrumentación típicamente latina o afro, como percusiones variadas y guitarras). Se las escucha cantarle a la esencia de la pista de baile y también a lxs amigxs, al after, a viajes por Túnez. Las visiones de la pista exceden las paredes de la discoteca y brotan en música de las aguas y del desierto.

Hace poco, en el suplemento No de este diario, decían que no encuentran una asociación entre lo queer y la música. ¿Existe en Ibiza Pareo una intención de escapar a ese rótulo, e incluso a otros como el indie o el dance?

–No, para nada. No tenemos intención de escapar a nada, mucho menos a lo que somos. A nosotras no nos gusta encasillarnos. Nos gusta pensar que simplemente somos. Disfrutamos mucho de las diferentes escenas de las que formamos parte, así como a la hora de componer también disfrutamos de tocar y crear estilos súper diversos. Por ejemplo, tenemos demos que van desde música para meditar hasta un heavy electrónico. Ninguna de las dos es especialistas en géneros musicales. Obviamente a la hora de definirse uno dice rótulos como pop, dance, balearic o indie. Seguro tengamos de todo un poco y bienvenido es. Lo que nos hace ruido es tener que decir si hacemos música queer. Para definir si una canción es tal género u otro los parámetros son tiempo, estilo de sonidos, producción, instrumentos, etc. ¿Qué te haría pensar que un solo de guitarra es queer o no? Ni idea. No sabemos cómo se define eso. Porque la persona que canta es gay, ¿la música es gay?

Ambas Ibizas provienen de sendos proyectos musicales previos: Ani como parte del dúo de djs y productoras Rumanians, que integraba junto a su hermana Caro y que hoy mantiene como integrante única; Marina fue conocida durante varios años como YiLet, una riot grrrl que con banda de chicas (Ani era baterista) agitaba en clave pop, también playero y seductor. El noviazgo entre las dos y sus múltiples instancias vienen dando cuerpo y letra al dúo hace ya un par de años; verlas en vivo es más o menos indispensable (arrasan).

¿Cómo creen que se fue dando la evolución del disco, desde la primera idea hasta los shows de hoy, entrelazada con la evolución del amor entre ustedes?

–Ibiza Pareo surge de nuestra cotidianeidad. De nuestro amor, de nuestra pasión por la música, de lo mucho que disfrutamos ponernos a jugar con nuestros instrumentos. Fantaseábamos con hacer la música que nos gustaría escuchar mientras cocinábamos, o mientras disfrutábamos de la casa o paseando en auto, bailando. Ibiza Pareo es totalmente un reflejo nuestro. Pensándolo ahora, nos damos cuenta de que la relación, en ese momento de comenzar con el dúo, pasó a otro nivel. Estábamos más relajadas, abiertas a trabajar juntas sin tanto ego de por medio. Aprendimos a trabajar en equipo. Las canciones del disco hablan un montón de nosotras y de nuestra relación, de todos sus momentos. Las dos a la hora de escribir nos sentimos inspiradas por la otra. También las partes instrumentales o solos hablan de ese amor sin la necesidad de palabras. Nuestra relación comenzó mucho antes de comenzar con la banda. Este proyecto nos dio una nueva etapa, superadora. Creemos que el disco es fruto de nuestro amor. Nuestro amor es música.

Hablando de ese amor, ¿en la tapa del disco están por darse un beso?

–Es de libre interpretación…