soy

Viernes, 2 de mayo de 2008

CATáLOGO Q

Un final feliz

Patricia Highsmith
Carol

Anagrama

Patricia Highsmith será siempre recordada como la autora, entre otros, de los libros de Ripley, o exquisiteces psicológicas e intimistas como El diario de Edith o, por qué no, Extraños en un tren, originalísima novela policíaca llevada al cine por Hitchcock. Carol es un libro escrito poco después de Extraños en un tren, y aquí nos ocupa especialmente porque fue uno de los primeros en narrar un romance lésbico sin final desdichado, categoría que hoy puede sonar algo bizarra pero no lo era en su época (fines de los ‘40, años ‘50), ya que los libros que tramaban amores homosexuales solían terminar con el castigo (enfermedad, locura o muerte) o la redención heterosexual de una de las partes. Pues bien: eso no significa que todo sean rosas en Carol. A decir verdad, parte de la novela transcurre en forma fluida e inclusive anodina por falta de conflicto. Therese, una joven escenógrafa que trabaja en unos grandes almacenes conoce a una mujer que la deslumbra. Inician una relación, consistente en estar juntas, salir, fumar y tomar copas. La vuelta de tuerca sucede durante un viaje, cuando Carol advierte que su ex marido la está haciendo seguir por un detective para reunir pruebas de su lesbianismo y quitarle la tenencia de su hija. Con la presentación de este conflicto Carol se vuelve francamente interesante y atrapa la atención. Narrada desde la perspectiva de Therese, la joven iniciada en el amor y el sexo lésbico, resulta una novela de múltiples aprendizajes y también destaca la construcción del personaje de Carol, desde la distancia inicial hasta la configuración de una heroína moral, escindida entre el amor por su hija y el amor por Therese.

En sucesivos prólogos, Patricia Highsmith narró la experiencia de haber escrito y publicado esta novela que en su edición de bolsillo fue enormemente popular. Refirió algún rechazo editorial antes de ser aceptada y contó cómo por años, después de la edición de bolsillo, recibiría abundante correspondencia de personas jóvenes que le agradecían el mensaje esperanzador del libro y le transmitían sus experiencias de sentirse diferentes, sobre todo en ciudades pequeñas. Así que podemos afirmar que Carol fue un libro realmente popular en su tiempo, y leído como algo más que ficción. Según declaró Highsmith en 1983: “Me alegra pensar que Carol les dio a varios miles de personas solitarias y asustadas algo en qué apoyarse”.

Compartir: 

Twitter

 
SOY
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.