No me considero una militante orgánica, mantengo cierta independencia pero participo y colaboro en todo lo que puedo desde mi lugar aquí en Paraná. Cuando me llamó Esteban Paulón de la Falgbt para ver qué pasaba con esto del seminario, se nos ocurrió que yo podía entrar como infiltrada a ver qué pasaba adentro. Fui con mi amigo Francisco, que también es gay, y nos metimos: sentí que tenía que ver qué era realmente lo que hacían. Tengo amigos de toda la vida que sí profesan en alguna religión pero no son homofóbicos para nada. En Paraná hay muchos evangelistas, siempre hay algún vecino o amigo que es o conoce a uno. A medida que se acercaba la fecha se empezaron a sentir broncas y algunos de estos amigos andaban angustiados. También pensé que podía llegar a haber algún momento de violencia.

Al principio me chocó mucho lo que se decía en el seminario. La primera noche me fui puteando porque no aguantaba más por las barbaridades que escuchaba. Era demasiado. Me calmé y al otro día volvimos. Al segundo día, que medio que ya nos tenían fichados, Francisco y yo les terminamos diciendo que si bien él era gay y yo lesbiana, no estábamos ahí para cambiar, que estábamos contentos con lo que somos y que habíamos ido a escuchar qué se decía. Hablamos con los pastores (con Graciela y Jorge, que son los de acá, de Paraná). La reacción de ellos fue tranquila y hasta amable. Nos dijeron que por su religión no podían decir que la homosexualidad fuera algo bueno pero que podíamos tomar un café y seguir hablando, que querían generar un diálogo.

Siento que ya que me acerqué tengo que seguirles la huella y seguir en contacto, aunque sea una vez cada tanto. Luego de esta semana voy a venir a visitarlos, no les quiero perder el rastro, por si un joven homosexual o una lesbiana se les acerca compungido y les pide ayuda. Quisiera ver qué pasa con eso. Como dice Esteban, “tenemos que estar atentos a cualquier posibilidad de retroceso”, así que a dialogar nomás y a andarles cerca. De hecho, ya le propuse al pastor local armar en la iglesia un cine debate sobre cine lgbt como para que se escuche otra campana, y me dijo que sí. Hay que ver qué pasa, luego les cuento.