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Poema de Rowlf a los pies de su Amo Pérez

Entonces,
al sacarte las medias,
los descubrí...
olorosos a macho,
diez pijas esperando
la amorosa caricia
de mis labios devotos.

Uno a uno, mi boca
los devora
mientras mis nervios
zozobran en dosis infinitas
de placer.

El olor del cuero
en la piel,
aumenta el estallido
neuronal.

Lentos, bendicen
mi pecho, mi panza,
mis bolas sudadas
y me siento completo
en la sumisión absoluta
de los pies de mi Amo,
me convierto en puente
mientras Él me pisa,
mientras Él me masturba,
con esos pies colosales,
que llenan mi mundo
borrando de
la memoria,
todo el cansancio
en ese juego
de placer.