Agustín Fuchs, Vida Morant y yo, desde la Fundación Divino Tesoro, fundamos el bachi. En lo personal, venía de hacer un documental (Furia travesti) donde me enteré de estos datos duros que había investigado Lohana Berkins en el libro La gesta del nombre propio, donde dice que el 90 por ciento de las travestis que ejercían la prostitución deseaban terminar sus estudios secundarios y no lo hacían por miedo a la discriminación en experiencias anteriores, donde no respetaban su identidad. Primero pensamos en ir a capacitar escuelas, pero era pedirles a las personas trans que aguantaran el proceso de aprendizaje de lxs docentes e instituciones. Era una vez más, someterse. Entonces pensamos que debíamos arrancar desde cero con el modelo de escuela que pretendemos: inclusivo, integrador, donde se respeten las identidades y las personas que allí asisten se puedan proyectar colectiva e individualmente, y así nació la Mocha.

Francisco Quiñones, director y coordinador de políticas de inclusión educativa dentro de la fundación.