Sobre el kilómetro 261 de la RN 7 existe un cruce de caminos que abre un abanico con cuatro posibilidades: la primera nos hará continuar por la Ruta 7, la siguiente nos llevará a empalmar la RP 65, otra nos conducirá hasta la entrada a la ciudad de Junín y la última, hacia su balneario municipal. Elegimos la opción final, un camino enmarcado por casas quinta y varios puestos de venta de carnada, que desemboca en el centro turístico de esta localidad bonaerense de 100 mil habitantes.
Tras recorrer 11 kilómetros asfaltados llegamos a la Laguna de Gómez, un espejo de agua que cubre 3500 hectáreas y supera los dos metros de profundidad. Allí está el Balneario Municipal, un complejo miniturístico de 85 hectáreas con unas 400 casas destinadas al alquiler, restaurantes, paradores, parrillas, un anfiteatro, sanitarios, servicio de transporte, una oficina de informaciones, una sala de primeros auxilios y un camping cercado en medio de una frondosa arboleda.
“La Laguna”, convertida en el paseo dominical obligatorio para la mayoría de los juninenses, propone esa placentera combinación de naturaleza y tranquilidad. Pero no sólo es un lugar de descanso, ya que para los más inquietos cuenta con canchas de fútbol, básquet 3x3, voley playero y hasta un circuito de motociclismo. Además hay un Club Náutico y un muelle de más de 100 metros para pescadores y paseantes. Otro dato a tener en cuenta es que el balneario está junto al Club de Planeadores y al Automoto Club Junín, sitios donde se llevan a cabo competiciones deportivas profesionales a nivel local, provincial y nacional.

EL CAMINO COSTERO Es un espacio más bien reducido, totalmente parquizado y un tanto apartado del recorrido principal del balneario. Se ubica a espaldas del Club Náutico y se accede a él mediante un pequeño trayecto de tierra que se abre sobre la mano derecha de la entrada a la laguna. Allí se construyó hace poco tiempo un complejo de bungalows y también hay un bar-restaurant que funciona día y noche, y un último parador, con guardería náutica, que marca el límite de la zona costera. Los deportes acuáticos (windsurf, optimist, jet ski), los paseos en botes y los más que frecuentes itinerarios de pesca, inician sus recorridos en el camino costero. En este brazo del balneario hay una movida juvenil que no altera la calma de otro tipo de paseos y excursiones, ni el placer de admirar al fin del día, la puesta del sol sobre la laguna.

LA PESCA Los principales visitantes de este circuito miniturístico son los pescadores que buscan el codiciado pejerrey. Y en este sitio abundan tanto que desde hace diez años, en el mes de mayo, se realiza aquí la Fiesta Provincial del Pejerrey. Pero si de pesca se trata, Junín no sólo cuenta con la zona de la Laguna de Gómez donde está el Balneario Municipal. Existen otros lugares de propiedad privada sobre la laguna –a los que se accede pagando entrada– muy prestigiados para la pesca embarcada de piezas mayores, como el complejo “Lo de Meoni” y otros campos ribereños.
Tampoco se puede dejar de lado que la ciudad está entre lagunas y flanqueada por el río Salado, que antes de las inundaciones era un manso arroyo y hoy se ha transformado en un torrente. El Carpincho, otro espejo de agua de 600 hectáreas y un metro y medio de profundidad, vinculado con la cuenca del Río Salado, es otra de las opciones. Se ubica a 15 kilómetros del balneario municipal, a cuatro del casco céntrico de Junín y se accede a él por la avenida que circunvala la ciudad. Una arboleda rodea las instalaciones de los clubes de Cazadores y Pescadores (la entrada a cualquiera de ellos cuesta un peso por persona y en el camping se cobra 10 pesos diarios por carpa). En el pequeño Club de Cazadores, la principal actividad es el tiro a la hélice y cuenta con un rústico muellecito de madera, mientras que el de Pescadores tiene un muelle de hormigón de 100 metros de largo con su estructura adaptada para pescar sentado, un laboratorio hidrobiológico donde se crían alevines para la siembra yconservación de la especie, y un sector destinado al alquiler de botes (22 pesos por día para quienes no son socios).
Y finalmente está la laguna Mar Chiquita, la más extensa de las tres, con una superficie de 5400 hectáreas. Hasta allí se llega recorriendo unos 20 kilómetros por la RP 65 y después un tramo por irregulares caminos campestres. Los pescadores más profesionales suelen elegir este lugar, ya que el aislamiento es casi total y nada perturba el silencio y la serenidad.