TERMALISMO > PLACER Y SALUD
Los centros termales argentinos ya están en plena temporada. Aguas calientes para el aire fresco del otoño, un baño de bienestar a distintas temperaturas. Y un abanico de opciones para elegir: desde la tradicional Río Hondo hasta Copahue, Cacheuta, Carhué, los complejos de Entre Ríos y, junto al mar, San Clemente del Tuyú.
› Por Graciela Cutuli
Desde la Antigüedad, el agua es venerada como fuente de la vida y garantía de supervivencia, un elemento no por cotidiano menos valorado. En tiempos de los romanos, que algo de buena vida sabían, los baños eran lugar de reunión y vida social: para eso habían levantado refinados complejos, que dos mil años más tarde siguen asombrando por sus detalles y sofisticación. Sólo siglos más tarde la idea de los baños y termas como medida curativa se impondría en la sociedad europea: así Baden Baden, las favoritas de Dostoievski; Vichy, con la marquesa de Sévigné como gran difusora, o Bath, ya famosas entre los romanos y en la época isabelina, convirtieron en centros turísticos a estas ciudades de Alemania, Francia o Inglaterra que tenían manantiales naturales de agua termal. En Europa, el turismo termal se asoció así, a lo largo del tiempo, con un público aristocrático, el único que siglos atrás podía viajar en busca de reposo y bienestar. Eran los precursores del wellness tan en boga hoy en día. De este lado del mundo, en cambio, las termas nacieron en un marco absolutamente distinto: eran un regalo más de la naturaleza exuberante que glorificaban los pueblos originarios, y están asociadas a numerosas leyendas de agua bienhechora regalada por los dioses. Naturalmente se identifican también con la curación de distintos males: sin embargo, más allá de estos fines las termas argentinas tienen un enorme público familiar, que disfruta simplemente de la diversión del agua caliente a lo largo de todo el año, y de los numerosos servicios que fueron naciendo alrededor de los centros termales. Hoy el paisaje de las termas muestra grandes piscinas abiertas y cerradas, terapéuticas y recreativas, a distintas temperaturas, con grandes y chicos disfrutando de complejos cada vez más numerosos y variados.
AL PIE DEL COPAHUE La temporada está casi a punto de terminar, pero aún quedan unos días para disfrutar del complejo que ofrece las que están consideradas como las mejores aguas termales del país: las Termas de Copahue, al pie del volcán del mismo nombre, a una veintena de kilómetros de Caviahue. El paisaje, de increíble belleza, se cubre de nieve en invierno y por lo tanto el complejo del “lugar de azufre”, como lo llamaban los mapuches, se ve obligado a cerrar desde junio hasta octubre. El centro termal de Copahue tiene un aire austeramente medicinal, pero en las afueras el vapor que brota de la laguna Sulfurosa le da un aire misterioso: aquí no es posible bañarse (el agua brota a 70 grados), pero sí en las vecinas laguna Verde y laguna del Chancho, que ofrece fangoterapia natural. Todo está rigurosamente controlado: tanto la temperatura del agua como el tiempo que se puede permanecer, así como el descanso necesario entre baño y baño de los “curistas”, como se llama aquí a los turistas termales. Antes de llegar a Copahue desde Caviahue se encuentra Las Maquinitas, otro manantial termal no explotado comercialmente, que vale la pena conocer. Y en invierno, la opción es combinar nieve y termas gracias al pequeño complejo que funciona en Caviahue cuando cierra la temporada más arriba y los habitantes se mudan a pasar el invierno en Loncopué.
A LA SOMBRA DE LOS ANDES A principios del siglo XX, cuando la Argentina se perfilaba como una potencia naciente, fue el auge de los grandes hoteles en los principales puntos turísticos de un país donde viajar era una auténtica aventura. Por entonces se construyó el Hotel Balneario Cacheuta, a pocos kilómetros de Mendoza capital, con una emblemática torre-ascensor que se conservó en la posterior reconstrucción del hotel, en 1986. El agua termal de Cacheuta procede de los deshielos, se filtra a gran profundidad –donde toma alta temperatura– y vuelve a subir al chocar con la roca granítica que compone el subsuelo de la región: así, afloran a temperaturas que van de 40 a 50 grados (y varían en función de las condiciones del clima). El hotel ofrece hoy un spa termal con aguas hipertermales, acompañado de tratamientos de belleza y relajación. Por su parte el parque termal cuenta durante todo el año con una piscina semicubierta semiprofunda a 37 grados, una piscina con burbujas, duchas masajeadoras, y una piscina para niños. En el exterior hay piletas descubiertas con tobogán y, desde septiembre hasta principios de otoño, abren dos de sus grandes atractivos: un río lento, con túnel y cascada, y una piscina generadora de olas. En el segundo y tercer nivel de piscinas, dos vaporarium invitan a desintoxicarse con vapores de agua termal. Para un poco más de aventura, se puede practicar trekking y rappel en la precordillera, rafting en el río Mendoza o tirolesa en el Puente Colgante de Cacheuta.
CARHUE Y EL LAGO EPECUEN En el sur de la provincia de Buenos Aires, en aquellos territorios que eran indígenas hasta fines del siglo XIX, el lago Epecuén ofrece una importante condensación de minerales y una altísima salinidad (de diez a uno en relación con el mar), que les dieron a sus aguas fama de curativas. La llegada del ferrocarril, y con él de los primeros servicios turísticos, la consolidaron como un balneario de lujo. En los años ‘30, se la conocía como “Epecuén Ville”, una ciudad nacida en torno a numerosos hoteles y en constante crecimiento: sin embargo, las obras realizadas años más tarde afectaron el sistema de las lagunas encadenadas y el lago, que subió de nivel hasta sumergir al pueblo. Así, bajo el agua, quedó para siempre aquel pasado. Carhué logró dejarlo atrás y renacer como ciudad dedicada a las termas y los servicios de spa. Los principales hoteles ofrecen piletas y baños termales, además de masajes e hidromasaje, que se pueden complementar con servicios de relax y belleza, con productos elaborados a partir de esa inmensa salina húmeda que es el lago. Mientras tanto, para los más chicos hay diversión en el complejo recreativo La Isla, y es una buena opción destinar parte de la estadía a un día de campo en las estancias de la zona.
SAN CLEMENTE En las aguas de las Termas Marinas de San Clemente flotar no cuesta nada: aquí sería posible sacarse fotos leyendo el diario en el agua, como las muy conocidas del Mar Muerto. Es que estas aguas, que surgen a unos 1500 metros de profundidad, tienen tres veces la salinidad del mar, y una temperatura que ronda los 43 grados. Gracias a ellas nació este complejo en lo que era el parque Bahía Aventura, pegado a Mundo Marino, caracterizado por el faro que se levanta en medio de las instalaciones (y al que, por ahora, no se puede subir). Piscinas al aire libre, con una temperatura que ronda los 38 grados, invitan a sumergirse todo el año, y para los chicos, una de ellas tiene juegos que aumentan la diversión. Adentro, las piletas más calientes son pasivas: es decir, no está permitido nadar y se dedican exclusivamente al relax. Durante la jornada, se puede conocer la historia del Faro San Antonio, participar en una caminata con interpretación biológica del bosque, conocer el cangrejal y realizar el circuito aeróbico, solos o con la guía de un profesor de educación física. El complejo incluye un Museo del Mar y la Navegación, con instrumentos, maquetas a escala y objetos que trazan parte de la historia marítima en nuestras costas.
JUNTO AL RIO En Entre Ríos lo único difícil es decidir cuál de los numerosos complejos termales será el destino elegido, porque de norte a sur la provincia ofrece para todos los gustos. Poco a poco las principales localidades fueron construyendo centros de recreación y turismo gracias a las vertientes de agua que salen de las profundidades a altas temperaturas: Gualeguaychú, con los complejos Termas del Guaychú y Termas del Gualeguaychú; Chajarí, que cuenta con un parque de 40 hectáreas donde se construyeron cinco piscinas; Villa Elisa, con piletas cubiertas y descubiertas, entre ellas una de uso recreativo; las tradicionales de Colón; el nuevo complejo de San José, que incluye juegos acuáticos; las Termas de Federación, con aguas del acuífero Guaraní; Concordia, que tiene piletas pasivas y activas, y en cuyo lago termal las aguas se refrescan en verano; La Paz, con aguas termales de origen marino. Todas estas termas funcionan durante todo el año, y si en invierno sus aguas calientes resultan atractivas como promesa de bienestar, en verano los servicios de las piletas y parques recreativos las hacen igualmente concurridas. En todas ellas, además, se pensó en piscinas especiales para niños, con el agua a una temperatura adecuada y escasa profundidad.
Las termas tienen propiedades curativas, pero en su justa medida: por eso, antes de los baños es conveniente una consulta médica si se busca tratamiento para alguna patología en particular. También es importante respetar los tiempos recomendados de inmersión, y evitar las temperaturas que puedan ser perjudiciales en función de cuadros cardíacos, de hipertensión u otros.
Antes de realizar una reserva, asegurarse sobre los servicios que se contratan: hay hoteles que incluyen el acceso a piscinas termales y otros no; parques termales con entrada aparte; servicios de masajes y spa que pueden estar incluidos o no en los paquetes turísticos y promocionales.
El destino a elegir también depende del clima, ya que si en invierno son preferenciales los complejos con más piletas cubiertas o semidescubiertas, en verano conviene aprovechar los que enfrían las aguas, para poder disfrutar más de los baños termales.
Conviene llevar las propias toallas y batas para utilizar en los complejos termales, aunque la mayoría de ellas también ofrece estos elementos en alquiler.
Caviahue-Copahue: en el noroeste de Neuquén, a 376 kilómetros de la capital provincial y 1520 kilómetros de Buenos Aires. Se llega en avión a Neuquén y luego hay conexiones terrestres. Informes en: www.caviahuecopahue.com.ar
Cacheuta. Ruta Pcial. 82 Km 38 Luján de Cuyo - Mendoza – Tel. (02624) 490152 / 490153. www.termascacheuta.com
Carhué. La ciudad se encuentra en el oeste de la provincia de Buenos Aires, a 520 km de la Capital Federal. Secretaría de Turismo de Adolfo Alsina: (02936) 430660. www.termasdecarhue.gov.ar
Termas Marinas: Faro San Antonio C.C. N 9, San Clemente del Tuyú - Tel. (02252) 42-3000, e-mail: [email protected]
Termas de Entre Ríos: www.termasdeentrerios.com
Parque Termal Federación. San Martín y las Hortensias. Federación - Entre Ríos. Tel.: +54 (3456) 481586
Termas de La Paz. Dirección de Turismo. Vieytes 1143 (frente a Puerto La Paz) Tel. (03437) - 422389
Termas de Chajarí. Secretaría de Turismo de Chajarí. 3 de Febrero 3060.
Tel: 03456 421241 y 03456 423765 turismo@chaja ri.gov.ar - Termas de Villa Elisa. RN 130 km. 20 - Villa Elisa.
Termas Colón. Dirección de Turismo de Colón. Av. Gouchón y Costanera.
Termas Concordia. Secretaría de Turismo Concordia. Tel.: (0345) 421-2137 [email protected]
Termas de Gualeguaychú. Ruta 14 km 64.5. Tel. (03446) 427129 - 15631372 www.termasdelguaychu.com.ar
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